Un desafortunado evento ha generado reacciones entre los involucrados con la organización de festivales musicales. En respuesta a las críticas, quienes tenían roles clave han emitido declaraciones públicas para esclarecer su posición. Las manifestaciones de Luis Avilés, encargado de relaciones con la prensa, buscan aclarar ciertos aspectos relacionados con la tragedia que ocurrió durante el festival Axe Ceremonia. A través de sus redes sociales, explicó que su labor estaba centrada en facilitar el acceso a los medios de comunicación y coordinar entrevistas, pero no en proporcionar comunicados oficiales sobre el incidente.
Las acusaciones dirigidas hacia Avilés incluyen supuestas interferencias en la cobertura del accidente. Sin embargo, él asegura que nunca tuvo intención de ocultar información ni controlaba aspectos técnicos como la conectividad en el área destinada a periodistas. Además, enfatizó que carecía de detalles adicionales sobre lo sucedido, lo que limitaba su capacidad para ofrecer respuestas claras. Este testimonio se da en medio de un clima de tensión, donde otros artistas y grupos también han decidido distanciarse de la empresa asociada con él, expresando preocupación por la seguridad y el respeto hacia todos los participantes en eventos similares.
La situación ha llevado a reflexiones más amplias sobre la importancia de garantizar condiciones adecuadas en actividades masivas. Es crucial que tanto organizadores como colaboradores adopten medidas que prioricen la integridad física de asistentes y trabajadores. La comunidad artística debe promover estándares elevados en términos de responsabilidad y cuidado mutuo. Este caso subraya la necesidad de revisar protocolos y fortalecer mecanismos de comunicación abierta, asegurando que cualquier eventualidad sea manejada con transparencia y empatía. Así, se puede avanzar hacia un futuro donde los espacios culturales sean siempre seguros y dignos para todos.