En un contexto electoral reciente, la vocal ejecutiva de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Tabasco, Elizabeth Tapia Quiñones, destacó que su institución se centró exclusivamente en las funciones administrativas durante la jornada electoral. Esto incluyó la organización y recepción de paquetes electorales, así como la emisión de resultados oficiales. En cuanto a denuncias relacionadas con irregularidades o posibles delitos electorales, estas fueron canalizadas a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), cuya competencia abarca investigaciones sobre tales casos.
De acuerdo con Tapia Quiñones, el INE no tuvo conocimiento directo ni recibió acusaciones específicas vinculadas al uso indebido de programas sociales para influir en los votantes o prácticas conocidas como “acordeones”. Durante una rueda informativa, subrayó que cualquier información detallada sobre denuncias debía ser consultada en instancias judiciales correspondientes. Además, explicó que todas las casillas fueron instaladas y reportadas exitosamente al 100%, asegurando la transparencia y eficiencia del proceso.
El papel del INE quedó definido como un ente estrictamente administrativo. Este organismo se enfocó en garantizar que cada etapa del proceso electoral se llevara a cabo conforme a las normas establecidas. Desde la preparación previa hasta el traslado final de los paquetes electorales hacia las sedes distritales, la operación estuvo supervisada meticulosamente. La coordinadora reiteró que cualquier investigación sobre delitos electorales queda fuera del ámbito de competencia del INE.
La FEDE, por su parte, desempeña un rol crucial en este tipo de eventos al evaluar y procesar las denuncias presentadas. Su intervención es vital para mantener la integridad del sistema democrático y resolver cualquier disputa legal surgida durante la jornada electoral. Los ciudadanos interesados en conocer más detalles sobre dichas denuncias pueden dirigirse a esta fiscalía especializada, donde se manejan estadísticas precisas sobre los incidentes reportados.
Concluidas las elecciones, tanto el INE como otras autoridades relevantes han dejado claro que sus respectivas responsabilidades están claramente demarcadas. Mientras el INE asegura la logística y transparencia técnica del evento, la FEDE se encarga de investigar y sancionar conductas irregulares. Este esquema permite una división efectiva de tareas, promoviendo confianza en el sistema electoral mexicano.