El Tribunal Supremo ha emitido una sentencia que reduce la condena impuesta a un hombre por falsificar recetas médicas para obtener inyecciones de testosterona. Si bien se ha confirmado su responsabilidad en el delito de falsedad documental, la pena se ha visto disminuida en comparación con la establecida en primera instancia.

Una Condena Ajustada a la Gravedad del Delito

Recetas Médicas: Documentos Oficiales Clave

En España, muchos medicamentos requieren una receta médica para su adquisición. Este documento oficial del facultativo médico no solo garantiza la legitimidad de la prescripción, sino que también permite a los pacientes acceder a importantes descuentos en el precio de venta al público. Sin embargo, esta realidad ha llevado a algunos individuos a intentar aprovecharse del sistema.

El Caso de Ginés: Falsificación de Recetas de Testosterona

Tal fue el caso de Ginés (nombre ficticio), quien presuntamente falsificó hasta tres recetas médicas para conseguir inyecciones de testosterona. Según los hechos probados, Ginés hizo uso de un sello médico oficial del Hospital Universitario de Ciudad Real, denunciado como sustraído, y de un talonario de recetas farmacéuticas, para adquirir el medicamento Textex Prolongtum en varias farmacias.

Condena Inicial y Recurso de Casación

Estas acciones no pasaron desapercibidas y llevaron a Ginés ante los tribunales. En primera instancia, el Juzgado de lo Penal nº3 de Ciudad Real lo condenó por un delito continuado de falsedad documental a una pena de dos años de prisión y una multa de 10 meses. La Audiencia Provincial de Ciudad Real ratificó posteriormente esta resolución.Sin embargo, Ginés recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, alegando que la pena impuesta era desproporcionada en relación con el coste total de los medicamentos falsificados, que ascendía a solo 15 euros. Además, argumentó que carecía de antecedentes penales.

La Decisión del Tribunal Supremo

El Tribunal Supremo, tras analizar el recurso, confirmó la autoría de Ginés en el delito de falsedad documental, reconociendo que las recetas médicas son "documentos oficiales". No obstante, el alto tribunal consideró que los actos no podían ser entendidos como una "continuidad delictiva", sino que se trataba de la elaboración de varias recetas falsas en un mismo acto.En consecuencia, el Tribunal Supremo estimó el recurso de casación y, en su nueva sentencia, condenó a Ginés por un delito de falsedad documental a una pena de un año de prisión y una multa de ocho meses. Esta decisión refleja un ajuste de la condena a la gravedad del delito cometido, teniendo en cuenta los argumentos presentados por la defensa.