El escrutinio sobre las prácticas comerciales de Shein ha llevado a una investigación europea que destaca múltiples incumplimientos legales. Según un análisis realizado por la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor (CPC), esta firma asiática estaría utilizando tácticas como descuentos ficticios, presión para realizar compras y ofreciendo datos erróneos sobre los derechos de devolución. La Comisión Europea ha dado un plazo de un mes a la compañía para corregir estas irregularidades o enfrentarse a posibles sanciones económicas.

En detalle, las autoridades han detectado que Shein promueve productos con ofertas que no reflejan correctamente sus precios anteriores. Además, la empresa emplea técnicas persuasivas al sugerir a los usuarios que actúen rápidamente bajo falsos límites de tiempo. Este tipo de estrategia podría considerarse manipuladora según las normativas vigentes en Europa. También se señala que la información proporcionada respecto al derecho de devolución no es precisa ni transparente.

Otro aspecto destacado por los investigadores es la falta de claridad en la comunicación entre Shein y sus clientes. Aunque ciertos atributos de sus productos son presentados como ventajas exclusivas, estos en realidad corresponden a requisitos legales mínimos establecidos por la UE. En lo referente a la sostenibilidad, también existen sospechas de que la empresa podría estar falseando datos sobre su impacto ambiental.

La situación actual implica que Shein debe responder formalmente a las acusaciones dentro del período estipulado. Si no aborda adecuadamente las preocupaciones planteadas, podría enfrentar medidas más drásticas, incluidas multas significativas. Los países miembros implicados en la red CPC —como Bélgica, Francia, Irlanda y Países Bajos— están monitoreando de cerca cómo la marca adapta sus operaciones.

Este caso pone de relieve la importancia de garantizar que las empresas respeten las leyes locales donde operan, especialmente en temas tan sensibles como los derechos del consumidor y la transparencia comercial. Se espera que la respuesta de Shein marque un precedente en la manera en que las grandes marcas digitales interactúan con los mercados internacionales.