En pleno corazón de Esplugues de Llobregat, un proyecto de diseño ha transformado una cocina anticuada en un espacio moderno y acogedor. Los estudios Clysa y Arclinea Barcelona colaboraron para renovar este espacio de 21 metros cuadrados, manteniendo la distribución en forma de U pero introduciendo acabados cálidos y materiales de alta calidad. El resultado es una cocina elegante y funcional que combina estética contemporánea con comodidad. La iluminación natural a través de un ventanal grande y la adición de una barra de desayuno han mejorado significativamente la experiencia culinaria y social del hogar.

Un Espacio Luminoso y Acogedor

La reforma de esta cocina se centró en crear un ambiente cómodo y lleno de luz. El estudio Clysa y Arclinea Barcelona diseñaron un espacio que aprovecha al máximo la luz natural gracias a un gran ventanal que conecta el interior con el exterior. Este cambio no solo mejoró la iluminación sino también las vistas desde la cocina, convirtiéndola en un lugar más atractivo y confortable. Los acabados en madera roble fumé y Nocciola crean un entorno cálido sin perder la modernidad.

El uso de materiales como Dekton Nebbia en las encimeras y la elección de tonos neutros y cálidos en los muebles contribuyen a la armonía visual del espacio. Además, detalles como los tiradores integrados y los mandos de la zona de cocción instalados en el borde de la encimera refuerzan la sensación de limpieza y sofisticación. La campana extractora pendiente del techo completa el diseño, proporcionando funcionalidad sin interrumpir la estética del espacio.

Funcionalidad y Estilo en Perfecta Sintonía

Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es cómo se ha logrado maximizar la funcionalidad sin sacrificar el estilo. La nueva concepción incluye una barra de desayuno adosada al mobiliario, creando una zona de comidas cómoda y sociable. Este diseño permite a la familia compartir momentos mientras cocinan o disfrutan de comidas caseras. Además, se ha incorporado un aparador y una vitrina que añaden tanto almacenamiento como un toque de elegancia al espacio.

Los electrodomésticos de alta gama, como hornos, calientaplatos y placas de inducción de Gaggenau, junto con un frigorífico Monolith de Liebherr completamente integrado, hacen de esta cocina un verdadero templo culinario. Detalles como el mural Kakoro de Glamora en la pared y la iluminación integrada en la vitrina realzan la estética del espacio. Las sillas Wishbone CH24 de Carl Hansen & Son complementan perfectamente la barra snack, ofreciendo comodidad y estilo. En resumen, cada elemento ha sido seleccionado cuidadosamente para garantizar un equilibrio perfecto entre funcionalidad y diseño.