Ayer entraron a robar en nuestra casa de Ámsterdam. Obviamente, los ladrones tenían como objetivo las joyas, ya que casi todas han desaparecido: anillos, collares y relojes. Las joyas que he recibido de mi familia a lo largo de los años son las que más valoro. Aunque al final son solo objetos materiales, también tienen un valor sentimental. Esta sensación de que un extraño haya entrado en mi casa y haya rebuscado entre nuestras cosas es muy extraña.
Algunos de los objetos más valiosos que podrían haberse llevado incluyen el anillo de oro, diamantes y zafiros que me regaló mi abuela paterna. La princesa Beatriz, anterior Reina de los Países Bajos, tiene la tradición de regalar a todas sus nietas un anillo por su décimo cumpleaños. Además, según Libelle, también podrían haberse llevado otras joyas valiosas porque mis padres compran en una de las más prestigiosas de La Haya y no se descarta que me hayan regalado alguna.
Este 2024, Eloísa de Orange-Nassau ha vivido temporalmente en Nueva York. El motivo es que se trasladó a la Gran Manzana para hacer prácticas en una tienda online llamada Otrium, específicamente en el área de comunicación del equipo de sostenibilidad. Allí, ayudó a poner en marcha una plataforma de donaciones. Estudia en la Escuela de Hostelería de Ámsterdam, donde es obligatorio incorporarse a dos empresas para conocer el mundo laboral. Habitualmente, los alumnos se trasladan al extranjero en la primera de estas experiencias, pero yo no pude debido a la crisis sanitaria y he hecho este trabajo internacional.
Aunque ha pasado un momento complicado, Eloísa se ha mantenido positiva y ha compartido su experiencia con la comunidad. Ha recibido muchos mensajes de apoyo y se siente afortunada de no haber presenciado el asalto en persona. Ha mostrado gran fortaleza y es un ejemplo de cómo afrontar las dificultades con valentía.