El año 2024 ha sido un período lleno de alegría y emociones para la familia real jordana. La llegada de la princesa Iman, hija del príncipe heredero Hussein y la princesa Rajwa, ha marcado un hito especial. Los primeros cuatro meses de vida de la pequeña han estado repletos de momentos entrañables, incluyendo su primera Navidad en el palacio. Este evento ha permitido a los ciudadanos y seguidores de la familia real conocer más sobre su vida privada y las tradiciones que celebran. Además, este año también se conmemoró el 25º aniversario de la coronación del rey Abdalá, lo cual fue un momento histórico significativo.
La novedad más destacada de este año ha sido sin duda la bienvenida a la princesa Iman, quien nació el 3 de agosto, convirtiéndose en la joya de la corona hachemita. Los padres, especialmente el príncipe Hussein, no ocultan su felicidad al compartir momentos cotidianos con su hija, como videos desde su oficina donde la niña aparece vestida de rosa. Estos gestos personales han acercado aún más a la familia real a sus súbditos y admiradores.
El mes de diciembre trajo consigo la primera Navidad de la pequeña Iman, un acontecimiento que promete convertirse en una nueva tradición familiar. En imágenes difundidas en redes sociales, la princesa aparece vestida elegantemente en beige junto a sus padres, quienes la miran con evidente orgullo y amor. El futuro rey Hussein y su esposa Rajwa Alseif reflejan en sus rostros la plenitud que les brinda la paternidad. Esta celebración navideña es un testimonio de la unidad y felicidad que ahora caracterizan a la familia real.
Este año también ha sido memorable por la celebración del 25º aniversario de la coronación del rey Abdalá. Varios actos conmemorativos han tenido lugar, ofreciendo a la población la oportunidad de rendir homenaje a la larga trayectoria del monarca. Estos eventos han sido acompañados por nuevos retratos oficiales de los Reyes, mostrando a una pareja consolidada y cariñosa.
Además de estas celebraciones formales, la familia real ha compartido momentos más íntimos que han permitido conocer mejor a sus miembros. La reina Rania, abuela de Iman, ha expresado públicamente su amor hacia la niña, incluso llevándola a una reunión telemática que puede considerarse su primer acto oficial. Por su parte, la princesa Rajwa ha retomado gradualmente sus actividades públicas tras el nacimiento de su hija. Juntos, estos momentos han proporcionado una visión más cercana y humana de la vida dentro del palacio, fortaleciendo el vínculo entre la familia real y el pueblo jordano.