La crisis en el abastecimiento de medicamentos en México se ha acentuado tras el cambio de administración, afectando significativamente a pacientes que dependen del sistema de salud pública. Aunque se espera una mejora en marzo, la escasez actual oscila entre el 4% y el 10%, según datos oficiales. En programas como IMSS-Bienestar, destinados a personas sin seguridad social, la falta de medicamentos llega hasta el 35%. Esta situación refleja un retroceso en comparación con años anteriores, impactando especialmente en tratamientos para enfermedades graves.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta dificultades en la entrega de medicamentos esenciales, lo que compromete la atención médica de miles de pacientes. La organización Colectivo Cero Desabasto reporta un incremento en las denuncias ciudadanas desde noviembre, destacando la falta de tratamientos para cáncer, diabetes y trastornos mentales. Esta crisis afecta directamente el derecho a la salud de los usuarios del sistema.
Las cifras varían según la fuente consultada. Mientras el subsecretario Eduardo Clark menciona una escasez del 10%, el director del IMSS, Zoé Robledo, afirma que solo el 4% de las recetas no se surten. Sin embargo, ambas versiones coinciden en que la situación es peor que en años anteriores. En 2021, más de 22 millones de recetas no fueron entregadas, mientras que en 2023, el desabasto dejó de cubrir cinco millones de prescripciones. Este problema tiene profundas implicaciones en la calidad de vida de los pacientes y la efectividad del tratamiento médico.
La causa principal de esta crisis se atribuye al cambio de gobierno y a la interrupción en las compras de medicamentos. Las adquisiciones realizadas por la anterior administración comenzaron a agotarse en 2024, generando un vacío en el suministro durante el cierre de ese año y principios de 2025. Esta transición complicada ha dejado a los pacientes sin acceso a medicamentos vitales.
Para mitigar este problema, la nueva administración ha retomado el modelo de compras consolidadas, eliminado durante el sexenio anterior. Se ha realizado una compra masiva que cubrirá el 95% de los fármacos necesarios, aunque su disponibilidad se espera para marzo. Además, se han priorizado los medicamentos oncológicos, especialmente para pacientes pediátricos. Sin embargo, persisten problemas con otros medicamentos de alta demanda. Expertos como Frida Romay Hidalgo enfatizan la necesidad de una mejor planeación y políticas farmacéuticas claras para evitar futuras crisis en el abastecimiento de medicamentos.