El escándalo de las escuchas telefónicas en el Reino Unido ha dejado una huella indeleble en la historia de los medios de comunicación del país. Desde el Palacio de Buckingham desencadenando una investigación policial en noviembre de 2005 hasta la reciente victoria legal del Príncipe Harry en 2023, este caso ha involucrado a figuras reales, celebridades y políticos. Inicialmente, se sospechaba que News of the World había obtenido información privada sobre la lesión de rodilla del Príncipe William mediante interceptaciones ilegales. A lo largo de casi dos décadas, este asunto ha llevado a condenas penales, demandas millonarias y cambios significativos en la regulación de los medios.
En enero de 2007, un investigador privado y un editor real fueron sentenciados por piratear teléfonos de asistentes reales. Se reveló que Clive Goodman había interceptado más de 185 llamadas de miembros de la familia real. Sin embargo, la empresa matriz News Corp argumentó que estos individuos eran empleados corruptos. En 2011, la policía reabrió la investigación tras recibir nueva información relevante. Durante ese año, News of the World admitió su responsabilidad y pagó compensaciones a varias celebridades afectadas, incluyendo a Sienna Miller. El escándalo alcanzó su punto álgido cuando se descubrió que el periódico había interceptado el teléfono de Milly Dowler, una víctima de asesinato, lo que provocó la indignación pública y el cierre del tabloide.
La controversia no se limitó al ámbito judicial. En noviembre de 2012, el primer ministro David Cameron inició la investigación Leveson para examinar la ética de los medios de comunicación. Esta indagación recomendó la creación de un organismo independiente de control de la prensa respaldado por el gobierno, aunque no todas las sugerencias han sido implementadas. Los ex editores de News of the World enfrentaron cargos graves en 2013, resultando en la condena de Andy Coulson a 18 meses de prisión, mientras que Rebekah Brooks fue absuelta después de un juicio de ocho meses.
A pesar de las sentencias y acuerdos, los miembros de la familia real continuaron luchando por su privacidad. En 2019, el Príncipe Harry presentó demandas contra varios grupos editoriales, alegando la obtención ilegal de historias personales. Dos años después, Meghan Markle ganó una demanda por invasión de la privacidad. En 2023, Harry se convirtió en el primer miembro de la familia real desde 1891 en comparecer como testigo ante el tribunal en un caso relacionado. Finalmente, en diciembre de 2023, Harry obtuvo una victoria legal contra Mirror Group, pero declaró que "nuestra misión continúa". Este compromiso persistente culminó en enero de 2025, cuando Harry llegó a un acuerdo sorprendente con NGN, marcando el final de un litigio de cinco años.
Este extenso conflicto ha cambiado profundamente la relación entre los medios y las figuras públicas en el Reino Unido. Ha impulsado reformas en la industria periodística y ha puesto de manifiesto la importancia de proteger la privacidad individual frente a los intereses comerciales de los medios. Las consecuencias de este escándalo seguirán reverberando en las discusiones sobre ética periodística y derechos de privacidad durante muchos años más.