El tiramisú, un postre italiano que ha cautivado paladares alrededor del mundo, celebra hoy su día internacional. En Madrid, la influencia gastronómica italiana se percibe desde los años 60, y numerosos restaurantes han logrado preservar la autenticidad de esta tradición culinaria. Este artículo destaca algunos de los mejores lugares para disfrutar de este dulce clásico, además de ofrecer una receta exclusiva preparada por el famoso chef Martín Berasategui.
En Madrid, varios establecimientos destacan por su dedicación a mantener las raíces italianas en sus recetas. Estos locales no solo ofrecen experiencias únicas, sino también versiones personalizadas del tiramisú que reflejan su creatividad e innovación dentro de la cocina tradicional.
Cuatro restaurantes son particularmente reconocidos por su versión del tiramisú. Totò e Peppino, fundado hace dos décadas, es famoso por su interpretación mágica con toques secretos. Por otro lado, Bravissimo propone una variante inusual con merengue italiano y láminas crujientes. Además, Fratelli Figurato rescata una receta familiar combinando mascarpone y chocolate, mientras que Alduccio, uno de los primeros en llegar a Madrid, ofrece una textura ligera que conquista con cada bocado. Finalmente, Café Barbieri impresiona con su cremosidad clásica, consolidándose como un punto de encuentro cultural.
Para aquellos interesados en preparar su propio tiramisú, el chef galardonado Martín Berasategui comparte su versión innovadora. Esta receta combina elementos tradicionales con detalles modernos que elevan el sabor del postre.
La creación de Berasategui incluye tres componentes principales: un granizado de café, una mousse de mascarpone y bizcochos de soletilla. El proceso comienza preparando el granizado, donde se mezcla café espresso con licor, azúcar y gelatina antes de congelarlo durante toda la noche. Paralelamente, se elabora la mousse de mascarpone mediante el batido de yemas, nata y queso, asegurando una textura suave y homogénea. Para montar el postre, se coloca una capa de mousse en vasos individuales, seguida de bizcochos empapados en café y cubiertos nuevamente con más mousse. Después de refrigerar, se raspa el granizado y se decora con menta fresca, resultando en una obra maestra culinaria perfecta para celebrar el Día del Tiramisú.