El martes 11 de febrero de 2025, un nuevo capítulo se escribió en la disputa entre el Real Madrid y los demás equipos del fútbol español. LaLiga ha decidido presentar una denuncia formal contra el club blanco ante el Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol debido a una carta publicada por la entidad presidida por Florentino Pérez. Esta acción surge tras las críticas del Real Madrid hacia el arbitraje del partido frente al Espanyol. El expediente informativo que se abrirá podría resultar en sanciones para el equipo madrileño, aunque aún no se conocen los detalles específicos de la denuncia ni las posibles penalizaciones.
El conflicto entre LaLiga y el Real Madrid ha escalado rápidamente. Tras el encuentro con el Espanyol, el club blanco emitió una misiva en la que cuestionaba la integridad del sistema arbitral español, calificándolo como "corrompido" y "fraudulento". En esta carta, el Real Madrid solicitó audios del VAR relacionados con dos jugadas polémicas: el gol anulado a Vinicius y la entrada de Romero sobre Mbappé. Estas acusaciones han generado una reacción fuerte entre los otros clubes de la Liga, quienes consideran que estas declaraciones atentan contra la honorabilidad del deporte.
La situación se ha visto exacerbada por las declaraciones del presidente del Sevilla, José María del Nido. Durante el fin de semana anterior, Del Nido expresó su descontento con la actitud del Real Madrid, afirmando que sus comunicados son intolerables e inaceptables. Según él, estas acciones ponen en tela de juicio el honor de los árbitros y la competición en general. Del Nido también señaló que el Real Madrid ha intentado socavar el fútbol español durante años a través de diferentes prácticas, incluyendo la transmisión de Real Madrid TV.
Esta denuncia representa un punto de inflexión en las relaciones dentro del fútbol español. Los clubes han mostrado su descontento colectivo con las posturas adoptadas por el Real Madrid, lo que sugiere que podrían surgir más acciones legales o disciplinarias en el futuro. La tensión entre las partes parece haber alcanzado un nivel crítico, lo que plantea interrogantes sobre cómo se resolverán estos conflictos y cuál será el impacto en el futuro del deporte en España.