En un espectáculo lleno de emoción y aplausos, el matador peruano Andrés Roca Rey conquistó la Monumental Plaza de Toros de México con un desempeño magistral que le valió cuatro orejas y un rabo. Este logro histórico se produjo ante una audiencia entusiasta que casi llenó la plaza, destacando como uno de los eventos más memorables de la temporada. Roca Rey compartió su triunfo con el ganadero Javier Sordo, saliendo a hombros al final del festejo.

Detalles del Festejo Tauromaco en la Monumental de México

El día 4 de febrero de 2025 fue testigo de un encuentro taurino excepcional en la icónica Monumental Plaza de Toros de México. En este escenario emblemático, el matador peruano Andrés Roca Rey demostró su dominio indiscutible sobre la lidia. Con dos astados de Xajay, «Gamucita» y «Jefe Arana», Roca Rey ofreció una actuación que dejó sin aliento a todos los presentes.

Con «Gamucita», Roca Rey ejecutó verónicas impecables, seguidas por chicuelinas y revoleras que cautivaron al público. Tras un buen puyazo del caballo de Sergio Molina, los banderilleros Christian Sánchez y Ángel González añadieron brillo a la faena con tres excelentes pares de garapullos. La muleta de Roca Rey brilló con muletazos de todas marcas, culminando con una estocada precisa que le valió dos orejas.

Su segundo toro, «Jefe Arana», recibió una cambiada de hinojos y otra en tablas antes de un puyazo de Alfredo Ruíz «El Miura». El banderillero Antonio Chacón también se destacó en el tercio. Roca Rey continuó con una faena de alto nivel, conectando con el público a través de derechazos y naturales, culminando con una estocada certera que le otorgó dos orejas y un rabo, entregado por la alguacililla Ileana Hernández. Joselito Adame y Arturo Gilio no tuvieron la misma fortuna, quedándose sin trofeos.

Este triunfo resalta la maestría de Roca Rey y reafirma su posición como uno de los matadores más destacados de la actualidad. Su desempeño no solo deleitó a los aficionados mexicanos, sino que también marcó un hito en la historia de la tauromaquia moderna.

Desde la perspectiva de un aficionado, este evento subraya la importancia de la dedicación y el talento en el arte de la tauromaquia. Roca Rey ha demostrado que la pasión y la precisión pueden elevar un espectáculo a niveles insuperables, inspirando tanto a jóvenes aspirantes como a veteranos aficionados a seguir perfeccionando este arte ancestral.