En un período desafiante, Carla Goyanes enfrentó la pérdida consecutiva de seres queridos. Primero fue el fallecimiento de su padre, Carlos Goyanes, y apenas semanas después, el inesperado adiós a su hermana Caritina. Estos acontecimientos transformaron 2024 en un año marcado por el dolor y la reflexión para Carla, quien encontró en la fortaleza interior la clave para continuar.
La familia Goyanes Lapique decidió que no se dejaría vencer por la tristeza. En lugar de sucumbir al pesar, eligieron honrar la memoria de sus seres amados con dignidad y perseverancia. "Hay que seguir adelante por ellos", expresó Carla, demostrando una determinación admirable frente a las dificultades más duras.
Conmovedora es la carta que Carla dedicó a Caritina, una celebración de su vida y legado. A través de palabras llenas de amor y gratitud, Carla recuerda a su hermana como una mujer excepcional, cuya bondad y generosidad impactaron profundamente a todos los que la conocieron. La carta refleja momentos íntimos y valores compartidos, subrayando la conexión única entre ambas hermanas.
Caritina no solo era una figura central en la vida de Carla, sino también en la comunidad. Su labor en Emaús y Sixsens dejó huella en quienes la rodeaban. Carla celebra su capacidad para ayudar a otros, incluso después de su partida, y promete continuar cuidando de aquellos que Caritina amaba. Este compromiso refleja el espíritu resiliente y solidario que caracteriza a la familia Goyanes Lapique.
El mensaje que emerge de esta historia es claro: ante la adversidad, la fuerza interior y el amor familiar pueden ser las herramientas más poderosas para superar los momentos difíciles. Carla Goyanes nos enseña que, pese al dolor, siempre es posible encontrar razones para seguir adelante y honrar la memoria de aquellos que ya no están.