El emocionante triunfo de los hermanos Márquez en el Gran Premio de Tailandia marcó un hito sin precedentes en la historia del motociclismo. Marc y Álex se colocaron en el podio como primero y segundo, respectivamente, desencadenando una ola de emoción y orgullo en su madre, Roser Alentà. A pesar de la alegría inmensa, Roser mantiene una actitud prudente, recordando que aún queda mucho camino por recorrer en la temporada. Esta victoria no solo celebra el talento excepcional de ambos hermanos, sino también superación personal tras los desafíos enfrentados.
Roser Alentà vivió momentos intensos durante la carrera en Tailandia. Las lágrimas fluían mientras compartía su felicidad con sus hijos, quienes le hicieron promesas divertidas sobre mantenerla tranquila. Aunque reconoce que ha llorado mucho, su risa refleja la dicha que siente al ver a sus hijos brillar juntos en el deporte que aman. Este logro representa más que un simple éxito deportivo; es un testimonio del duro trabajo y dedicación de cada uno.
Las palabras de Roser revelan una profunda conexión emocional con el rendimiento de sus hijos. Ella menciona cómo instó a ambos a mantenerla entera, recordándoles que ya tiene una edad. Sus reacciones ante las llamadas telefónicas post-carrera muestran tanto asombro como gratitud. La madre de los pilotos expresa que siempre ha estado contenta por Álex, quien ha trabajado arduamente para llegar a la cima, desmintiendo cualquier duda sobre su éxito atribuido simplemente a ser el hermano de Marc. Este momento histórico es un reconocimiento a los esfuerzos individuales y colectivos de la familia Márquez.
A pesar de la celebración, Roser prefiere mantener la calma y evitar excesiva euforia. Reconoce que hay que seguir adelante con cuidado y no dar nada por sentado. Su perspectiva cautelosa surge de la experiencia y el conocimiento de los altibajos del deporte. Para ella, lo más importante es ver a sus hijos felices y saludables, más allá de los triunfos momentáneos.
La madre de los campeones comparte su preocupación por la posible presión que podría caer sobre Marc, especialmente cuando muchos ya lo ven como el favorito para el campeonato. Sin embargo, ella insiste en que es crucial mantener los pies en la tierra y enfocarse en el presente. Recuerda con emoción cómo Marc ha superado dificultades significativas desde su lesión en 2020, destacando cuánto significa volver a verlo sonriendo. Este viaje ha sido largo y difícil, pero cada paso ha valido la pena. Roser también revela su cercanía con los aficionados y figuras del mundo del motociclismo, demostrando que su bondad trasciende las barreras del paddock. Mientras espera ansiosa las próximas carreras, continuará apoyando a sus hijos desde su hogar, sea cual sea la hora del día.