Coque Malla es un artista que ha sabido evolucionar a lo largo de cuatro décadas, manteniendo siempre esa chispa de inquietud creativa que le caracteriza. Su capacidad para explorar diversos géneros y estilos musicales ha sido clave en su éxito duradero. Sin embargo, más allá de los logros, esta ocasión le ha llevado a reflexionar sobre su propio recorrido, algo que normalmente evita. “No suelo detenerme a pensar en mi pasado, pero momentos como este me obligan a hacerlo,” confiesa.
La diversidad de su obra es evidente cuando se habla de su extensa discografía. Desde etapas oscuras y depresivas hasta momentos luminosos y celebratorios, cada álbum de Malla refleja una faceta diferente de su personalidad artística. Esto ha permitido que su público siga descubriendo nuevas dimensiones en su música, evitando así la monotonía que suele acompañar a muchas carreras largas.
Más allá de las canciones, la evolución de Coque Malla como persona ha sido igualmente fascinante. Ha pasado de ser un joven músico lleno de dudas a convertirse en un referente indiscutible. Su capacidad para adaptarse a diferentes contextos y mantenerse relevante es admirable. En este sentido, menciona cómo su relación con Los Ronaldos ha cambiado a lo largo de los años. Inicialmente, sentía cierta presión por la sombra que proyectaba ese grupo, pero ahora ve ambas facetas de su carrera como complementarias.
Esta evolución también se refleja en su enfoque hacia el proceso creativo. A menudo, Malla comienza una canción sin tener claro hacia dónde va a llevarle. “Escribo instintivamente y luego voy descubriendo lo que quiero decir,” explica. Este método le permite explorar temas profundos y personales, como la muerte, que han dado lugar a algunos de sus trabajos más aclamados. La espontaneidad y la sinceridad son elementos que valoran tanto sus fans como la crítica.
En un mundo donde los egos pueden jugar un papel importante, Coque Malla destaca por su humildad y respeto hacia sus colegas. Durante la preparación del concierto conmemorativo, recibió saludos y colaboraciones de figuras tan destacadas como Joaquín Sabina, Leiva y Dani Martín. “He quedado impresionado por la generosidad de todos,” admite. Este espíritu de compañerismo es raro en una profesión donde la competencia puede ser feroz, pero Malla cree firmemente que los artistas comparten experiencias similares y deseos comunes.
Este compañerismo también se manifiesta en festivales y eventos donde Malla ha tocado junto a artistas de diversos géneros. Ya sea en un festival de rock duro o uno indie, siempre ha sido bien recibido. “Eso demuestra que eres respetado por todos,” dice orgulloso. Este reconocimiento trasciende etiquetas y estilos, algo que valora enormemente en un país donde las categorizaciones pueden ser restrictivas.
A pesar de su éxito, Malla reconoce que la relación entre el público y los artistas en España es compleja. A diferencia de otros países, donde los artistas son vistos como figuras culturales fundamentales, aquí tienden a ser percibidos más como entretenedores. “Es un concepto que está bastante interiorizado,” señala. Esta percepción puede dificultar la conexión emocional entre el artista y su audiencia, aunque Malla prefiere enfocarse en los aspectos positivos, como el creciente interés por los conciertos en vivo.
Este fenómeno de los conciertos como experiencia social es algo que observa con curiosidad. Muchas personas compran entradas no solo por el amor a la música, sino también para formar parte de un evento. Aunque esto puede generar cierta distancia entre el artista y el público, Malla reconoce que es un cambio positivo para la industria. “Ni una queja por mi parte,” bromea, subrayando la importancia de adaptarse a las nuevas realidades del mercado musical.
Finalmente, Coque Malla aborda cuestiones más profundas sobre el papel del arte en la sociedad. Expresa preocupación por la tendencia de exigir posicionamientos políticos a los artistas, argumentando que esto limita la libertad creativa. “El buen arte debe estar libre de preceptos éticos y morales,” afirma. Para él, el arte es una herramienta para explorar el subconsciente y provocar emociones, no para impartir lecciones. Es esta visión que mantiene su trabajo fresco y relevante, desafiando constantemente las expectativas del público.
Con esta actitud, Coque Malla sigue siendo una voz indispensable en la música española. Su capacidad para reinventarse y cuestionar las normas convencionales lo ha llevado a conquistar corazones durante cuatro décadas. Mientras continúa explorando nuevos horizontes, su legado como un innovador y visionario permanece intacto.