En un viaje sorprendente a través del tiempo, el reconocido actor Richard Gere vuelve a la gran pantalla junto al director Paul Schrader. Casi medio siglo después de su debut en "American Gigolo", Gere regresa con una nueva película titulada "Oh Canadá". Esta cinta no solo marca un reencuentro con Schrader, sino que también ofrece una introspección personal sobre la vida, el cine y los cambios sociales en Estados Unidos. En esta entrevista, Gere comparte sus pensamientos sobre la profesión, las influencias personales en su actuación y su amor por España.
Gere reflexiona sobre su larga amistad con Schrader, destacando cómo ambos han mantenido su pasión por el cine a lo largo de los años. A pesar de los desafíos, trabajar juntos nuevamente ha sido una experiencia gratificante. El rodaje intenso de 17 días fue un recordatorio de su dedicación a la cinematografía. Gere revela que nunca ha planeado una carrera en el sentido convencional; más bien, ha seguido su instinto y entusiasmo por cada proyecto, siempre buscando colaboraciones auténticas y significativas.
Su trayectoria en el cine comenzó con "American Gigolo" hace casi cuatro décadas, transformándolo en una estrella global. Sin embargo, Gere enfatiza que nunca tuvo una visión clara de una carrera planificada. Su motivación siempre ha sido hacer películas que le apasionen, rodeándose de personas talentosas. Este enfoque ha sido clave para mantener su entusiasmo durante tantos años. Además, reconoce que los errores cometidos a lo largo del camino han sido oportunidades para crecer y explorar nuevos caminos. La muerte de su padre antes del rodaje de "Oh Canadá" influyó profundamente en su interpretación del personaje principal, permitiéndole abordar temas complejos como la vejez y la pérdida.
Más allá de su carrera en el cine, Gere ofrece perspectivas valiosas sobre la sociedad estadounidense y sus cambios a lo largo del tiempo. La película se sitúa en 1967, un período turbulento marcado por el reclutamiento obligatorio y la guerra de Vietnam. Gere comparte su experiencia personal durante esa época, cuando muchos jóvenes buscaban evitar el servicio militar. La posibilidad de huir a Canadá era una opción real para aquellos que rechazaban participar en conflictos injustos. Esta historia refleja un momento crucial en la historia de EE.UU., donde ideales y decisiones personales colisionaban con las exigencias del gobierno.
Gere también aborda la ola conservadora que ha afectado a su país y Europa, criticando la falta de empatía y sabiduría de los líderes actuales. Muchos de estos políticos provienen de la misma generación que él, pero han abandonado los ideales progresistas que alguna vez compartieron. Para Gere, este fenómeno tiene raíces profundas en la historia de EE.UU., marcada por un individualismo extremo y una concepción limitada de la vida en sociedad. A pesar de logros históricos como la Declaración de Independencia, el país aún lucha con su pasado de esclavitud y desigualdad. Finalmente, Gere expresa su admiración por España, donde reside actualmente, y critica algunas prácticas de su propio país, como la falta de atención médica pública y la proliferación de armas.