La música tiene el poder de transformar vidas, y en este caso, la voz de José María Sanz, más conocido como Loquillo, se ha convertido en un símbolo inquebrantable del rock español. En una sala llena de energía, donde las guitarras resuenan con fuerza y los tambores vibran en el alma, Loquillo interpreta su última creación junto a grandes figuras del panorama musical actual. Este proyecto no solo marca un punto culminante en su carrera, sino que también celebra un legado construido durante décadas. El artista, acompañado por su hijo Cayo y su colaborador Josu García, reflexiona sobre cómo la música puede ser una fuente de cambio personal.

Este nuevo álbum representa mucho más que un simple disco; es una declaración de principios. Durante estos años, Loquillo ha sido testigo de cambios significativos en la industria musical y en su vida personal. Desde sus inicios como un joven rebelde hasta convertirse en uno de los referentes indiscutibles del rock, cada canción refleja su evolución tanto artística como humana. Además de su trabajo discográfico, Loquillo ha incursionado en otros campos creativos, como la escritura y la enología. Su novela "Paseo de Gracia" y su línea de vino tinto 3F demuestran que su inspiración no conoce límites. Estos proyectos paralelos son prueba de su capacidad para reinventarse constantemente.

El mundo del rock puede ser extremadamente exigente, pero Loquillo lo enfrenta con valentía y autenticidad. A pesar de los desafíos que han marcado su trayectoria, incluyendo momentos personales difíciles y la pandemia global, sigue adelante con una actitud resiliente. Su perspectiva sobre la música va más allá del entretenimiento; para él, cada nota es una oportunidad para conectar con quienes escuchan su obra. Esta conexión profunda es lo que define su éxito y lo convierte en un ícono perdurable. En un mundo lleno de incertidumbre, Loquillo nos recuerda que la pasión y la dedicación pueden superar cualquier obstáculo.