La lasaña de mariscos se presenta como una opción exquisita para aquellos días en los que se busca un platillo lleno de sabor sin recurrir a la carne. Este manjar, creado bajo la guía del chef José Ramón Castillo, combina ingredientes frescos y sabores intensos, resultando en un plato que no solo es delicioso sino también relativamente rápido de preparar. Además, varias ensaladas complementan a la perfección este plato principal, proporcionando contrastes de texturas y sabores que realzan cada bocado.

Lasaña de Mariscos: Un Manjar Sin Carne

Este platillo destaca por su versatilidad y facilidad de preparación. La combinación de mariscos con una salsa cremosa y capas de pasta crea un equilibrio perfecto entre lo salado y lo suave. Los mariscos, ligeramente salteados, añaden un toque crujiente y jugoso al conjunto, mientras que la salsa blanca proporciona una base rica y sedosa que envuelve cada ingrediente.

El proceso comienza calentando aceite y mantequilla en una olla, donde se doran cebollas cortadas en cubos grandes durante unos minutos hasta que estén tiernas. Luego, se incorpora harina y se cocina brevemente antes de agregar la leche poco a poco, mezclando constantemente para evitar grumos. Esta salsa se deja cocinar hasta alcanzar la consistencia deseada. En paralelo, en una sartén caliente, se saltean los mariscos hasta que estén en su punto medio. Finalmente, todo se armoniza en capas dentro de un molde para horno, culminando con una generosa capa de queso gratinado que se hornea a 180°C durante 40 minutos.

Ensaladas que Complementan el Sabor Tropical y Fresco

Para acompañar esta lasaña de mariscos, nada mejor que una selección de ensaladas que aporten frescura y ligereza. Estas opciones no solo complementan el sabor del plato principal, sino que también ofrecen una variedad de texturas y sabores que hacen cada comida más interesante y completa.

Entre las propuestas destacan ensaladas con toques cítricos como la vinagreta de limón, que realza los sabores del marisco con su acidez refrescante; la mediterránea, que trae consigo aromas de tomates cherry, pepino y aceitunas kalamata, creando un ambiente de mar y sol; o la tropical con aguacate y mango, que aporta dulzura y cremosidad. También hay opciones más tradicionales como la César, pero con un giro moderno al incluir camarones cocidos. Otras alternativas incluyen ensaladas con sabores asiáticos, como la de col morada y manzana, que ofrece un contraste crujiente y dulce, y la caprese con un toque de rúcula, que añade frescura y un ligero amargor que contrasta perfectamente con la suavidad de la mozzarella y el tomate.