La Universidad de Valencia presenta una exposición cultural que ofrece un vistazo fascinante a la cocina medieval española. En el corazón de La NAU Centre Cultural, los visitantes pueden explorar las recetas y métodos culinarios utilizados durante los siglos XIV y XV. Esta muestra, que ha capturado la atención de medios internacionales, reúne más de cien piezas históricas procedentes de diversas instituciones culturales. Entre las joyas de la exhibición destaca un manuscrito excepcional que contiene valiosos secretos culinarios de la época.
El documento central de esta exposición es "El Llibre de Sent Soví", un recetario anónimo que data del siglo XV y es considerado uno de los primeros libros de cocina escritos en una lengua vulgar europea. Este texto, que se cree fue originalmente compuesto en 1324, ofrece un testimonio detallado sobre cómo se preparaban los alimentos para la alta sociedad medieval. Los platos descritos en este volumen son tanto exóticos como familiares; desde dulces cargados de azúcar hasta postres tradicionales que aún hoy disfrutamos, como natillas y buñuelos de queso.
La gastronomía de la Edad Media experimentó un florecimiento sin precedentes durante los últimos siglos de este período. A lo largo de Europa Occidental, hubo un renovado interés en la experimentación culinaria y en registrar estas innovaciones en forma de literatura culinaria. Este fenómeno no era exclusivo de España; otros países también produjeron obras similares, como el Viandier de Taillevent en Francia o el Form of Cury en Inglaterra. Sin embargo, "El Llibre de Sent Soví" mantiene un lugar especial en la historia culinaria por ser el ejemplo más antiguo conservado en la Península Ibérica.
Celebrando siete siglos de herencia culinaria, esta exposición nos invita a reflexionar sobre los cambios y continuidades en nuestras preferencias alimentarias a lo largo de los siglos. Al mismo tiempo, pone de manifiesto la importancia que siempre ha tenido la cocina en nuestra cultura y sociedad. A través de esta experiencia única, los visitantes pueden conectar con su pasado mientras degustan, aunque solo sea visualmente, los sabores que moldearon la identidad culinaria española.