Federica Palacios, una destacada interiorista con raíces argentinas y residencia en Suiza, ha logrado un equilibrio perfecto entre lo tradicional y lo contemporáneo en sus proyectos. Con más de tres décadas de experiencia, su trabajo se destaca por la integración de técnicas artesanales locales y el respeto al entorno natural. En esta ocasión, nos muestra una vivienda en Gstaad que combina la esencia alpina con un toque moderno, creando espacios acogedores y funcionales para disfrutar todo el año.

Integrando lo Local y lo Global en el Diseño Interior

La carrera de Federica Palacios se caracteriza por su capacidad para fusionar elementos de diferentes culturas en sus diseños. Desde su estudio en Ginebra, ha llevado a cabo numerosos proyectos en todo el mundo, desde residencias privadas hasta espacios comerciales. Sin embargo, su enfoque siempre ha sido mantener una conexión estrecha con las tradiciones locales. En este proyecto en particular, la colaboración con artesanos suizos fue crucial para lograr un diseño que respeta la identidad de la región mientras introduce detalles modernos.

El chalet en Gstaad es un ejemplo perfecto de cómo Palacios integra lo local y lo global en su trabajo. La estructura exterior mantiene las características típicas de los chalets alpinos, como la madera y los tejados inclinados, pero el interior ofrece un contraste sorprendente. Las líneas limpias y sencillas del mobiliario, junto con el uso de pino reciclado, crean un ambiente cálido y contemporáneo. Este equilibrio entre lo tradicional y lo moderno no solo embellece el espacio, sino que también lo hace funcional y acogedor para todos los habitantes.

Un Lugar para el Descanso y la Conexión con la Naturaleza

Uno de los objetivos principales de este proyecto fue crear un refugio que invitara al descanso y a la desconexión del ajetreo urbano. Para lograrlo, Federica Palacios se enfocó en elegir materiales y colores que evocaran calma y serenidad. Los tonos tierra y marrones dominan el espacio, mientras que la madera juega un papel fundamental en la decoración. La elección de estos elementos no solo crea un ambiente relajante, sino que también establece una conexión directa con el paisaje circundante.

La vivienda en Gstaad es un testimonio del compromiso de Palacios con el respeto al entorno y a las tradiciones locales. Cada detalle, desde la selección de materiales hasta el diseño de las geometrías interiores, refleja una profunda comprensión de la cultura alpina. Además, la colaboración con artesanos locales permitió incorporar piezas únicas que enriquecen aún más el espacio. El resultado es un hogar que no solo es visualmente impresionante, sino que también invita a sus ocupantes a disfrutar plenamente de la belleza natural que les rodea.