La culinaria de Romy Gill, reconocida como una de las mejores chefs del Reino Unido, se distingue por su habilidad para transformar ingredientes vegetales en obras maestras gastronómicas. Su enfoque en la comida callejera india y su disposición a aprender de diversas culturas le han permitido crear platos que no solo deleitan al paladar sino que también evocan emociones profundas. Cada vez que viaja a un nuevo país, encuentra inspiración en los métodos culinarios locales, fusionándolos con técnicas tradicionales indias para ofrecer experiencias únicas.
Gill enfatiza la importancia de la comunicación a través de la comida, especialmente en situaciones donde el idioma puede ser una barrera. Ella ha observado que, independientemente de dónde esté en el mundo, la comida es un lenguaje universal que une a las personas. Esta apertura hacia nuevas experiencias y culturas ha sido fundamental en su desarrollo profesional. Además, considera vital encontrar un mentor que pueda guiar a los jóvenes chefs y enseñarles la importancia de escuchar y respetar a quienes comparten conocimientos culinarios. Enfatiza que la industria de la cocina no siempre es glamurosa y que es crucial tener claridad sobre los objetivos personales antes de embarcarse en este camino.
Para Romy Gill, la cocina representa un vínculo con sus raíces y una forma de honrar a sus padres. Sus recetas, llenas de sabores auténticos, transportan a quienes las degustan a hogares familiares llenos de risas y afecto. A través de sus libros, incluyendo "Zaika", ha compartido secretos culinarios que reflejan la riqueza de la cultura india. Este enfoque no solo celebra la diversidad cultural sino que también promueve una alimentación saludable y sostenible. La dedicación de Gill a preservar y compartir estas tradiciones culinarias demuestra cómo la comida puede ser un puente entre generaciones y culturas, fomentando el respeto mutuo y la comprensión global.