En las montañas italianas, tras el telón de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolla una narrativa que trasciende los límites del pasado y conecta profundamente con nuestro presente. A través de la lente cinematográfica, Maura Delpero nos presenta un relato que no solo refleja los ecos de un conflicto reciente, sino que también despierta resonancias contemporáneas. La historia gira en torno a un soldado en fuga que llega a un pequeño pueblo aislado, alterando el curso de la vida de sus habitantes. Sin caer en anacronismos ni alegorías explícitas, esta película logra tejer un hilo invisible entre distintas épocas, creando una experiencia visual y emocional que parece extraída del hoy.

La cinta se centra en los residentes de un remoto asentamiento alpinio donde la paz es interrumpida por la inesperada presencia de un militar en plena huída. Este individuo, cargado de miedos y traumas, actúa como catalizador para una serie de cambios en la comunidad. Su llegada despierta emociones y reflexiones sobre el concepto mismo del tiempo, mezclando lo antiguo con lo nuevo. Los espectadores son invitados a explorar cómo los eventos históricos impactan vidas cotidianas, generando una tensión palpable entre lo conocido y lo desconocido. Cada gesto y detalle en la pantalla sugiere una conexión directa con realidades presentes, aunque estén ambientadas décadas atrás.

El director ha optado por un enfoque sutil, evitando mostrar violencia explícita o conflictos armados. En cambio, se enfoca en la introspección y las reacciones personales frente a situaciones extremas. La guerra se hace sentir más a través de su ausencia que de su presencia visible; los disparos no se oyen, pero la angustia sí. Así, Vermiglio se convierte en un estudio detallado sobre la condición humana bajo estrés, destacando temas universales como la maternidad, el machismo y la incertidumbre. El filme invita a los observadores a mirar más allá de lo evidente, hacia las sombras y espacios vacíos que dan forma a la verdadera narrativa.

Esta obra maestra italiana logra capturar la esencia de momentos cruciales sin necesidad de declararlo abiertamente. Cada escena está impregnada de significados ocultos que emergen gradualmente conforme avanza la trama. Lo que queda fuera de cámara resulta tan importante como lo que se muestra, creando una experiencia compartida entre creadores y público. Vermiglio no es simplemente una crónica histórica, sino una exploración profunda del ser humano y su relación con el tiempo, dejando un rastro imborrable en la memoria colectiva.