Una antigua receta catalana ha despertado el interés de medios internacionales, destacándose por su sencillez y riqueza cultural. En las montañas del Pirineo de Lleida, un hotel rural llamado Casa Leonardo en Senterada, Pallars Jussà, ha revivido la tradición culinaria al preparar la auténtica sopa de tomillo, conocida localmente como "sopa de timonets". Esta preparación, guiada por Angeleta de Avellanos, ha sido celebrada como una joya culinaria que refleja la esencia de la región.
La sopa de timonets se ha utilizado durante generaciones como un remedio natural para fortalecer el cuerpo y combatir los resfriados. Su preparación es tan elemental como efectiva: solo requiere agua, pan, aceite, sal, pimienta, un huevo opcional y tomillo fresco o seco. Variaciones regionales incluyen el uso de ajo y caldo de verduras, lo que añade un toque único a cada hogar que la prepara. La popularidad de esta sopa se ha extendido más allá de las fronteras, captando la atención de la prestigiosa NPR, que envió a dos periodistas para documentar este patrimonio culinario.
Este plato no solo es un testimonio de la sabiduría ancestral, sino también un recordatorio de la importancia de preservar nuestras tradiciones culinarias. En un mundo donde la cocina moderna a menudo predomina, la sopa de timonets nos invita a valorar las recetas simples que han nutrido comunidades durante siglos. Este legado gastronómico nos enseña que, a veces, lo más valioso es lo que se encuentra en nuestras raíces, ofreciendo confort y bienestar con ingredientes básicos y amor.