La segunda semifinal del Grand Prix Navidad, celebrada el 30 de diciembre, presentó una competencia entre Olvera (Cádiz) y Aguilar de Campoo (Palencia), resultando en la victoria del segundo. Sin embargo, lo que realmente cautivó a los espectadores fue la participación inesperada del presentador Ramón García. Vestidos como muñecos de nieve, los participantes debían saltar sobre camas elásticas e intentar adherirse a muros de velcro para recrear figuras seleccionadas por padrinos. García, inspirado por este espíritu navideño, finalmente cumplió su deseo de probar la prueba, recibiendo un veredicto positivo y generando reacciones entusiastas en las redes sociales.
La segunda semifinal del concurso navideño demostró ser una noche memorable no solo por la competencia entre las ciudades de Olvera y Aguilar de Campoo, sino también por el ambiente festivo que envolvió al evento. Los participantes se enfrentaron a pruebas creativas y divertidas, diseñadas para poner a prueba su habilidad y agilidad. La emoción creció cuando Cristinini ofreció una idea sencilla para que Ramón García pudiera debutar en la prueba sin demasiados riesgos, convirtiendo el momento en algo especial y emotivo.
La estructura del concurso permitió a los espectadores disfrutar de momentos llenos de diversión y sorpresas. Los concursantes de Olvera y Aguilar de Campoo mostraron gran entusiasmo mientras realizaban sus acrobacias en camas elásticas y trataban de adherirse a muros de velcro. Aunque Aguilar de Campoo salió victorioso, el verdadero triunfo fue la atmósfera festiva que reinó durante toda la noche. Las figuras elegidas por los padrinos añadieron un toque de originalidad y diversión a la competencia, manteniendo a los espectadores al borde de sus asientos.
El verdadero protagonista de la noche fue Ramón García, quien aprovechó la magia de la Navidad para cumplir su anhelado deseo de participar en una prueba del concurso. Vestido como un muñeco de nieve, García demostró que los sueños pueden hacerse realidad incluso en circunstancias inesperadas. Con la ayuda de Cristinini, eligió una figura sencilla para su debut, logrando adherirse al muro de velcro con éxito y obteniendo un veredicto positivo de parte de los jueces.
Este momento no pasó desapercibido para los seguidores en las redes sociales, quienes reaccionaron con entusiasmo y admiración. Muchos usuarios consideraron que esta aparición de García era digna de ser recordada como un hito en la historia de la televisión española. El propio García bromeó sobre su trayectoria, recordando cómo todo comenzó en el verano del 95 con una vaquilla. Este episodio no solo marcó un punto culminante en la edición navideña de Grand Prix, sino que también dejó un recuerdo imborrable para todos los espectadores.