La repentina partida del doctor Carles Miñarro ha dejado una profunda huella en el mundo del fútbol español. Este profesional, clave en el equipo médico del Barcelona y figura respetada en la medicina deportiva, era conocido por su dedicación y compromiso con los jugadores y colegas. Su influencia trascendía los límites del campo de juego, llegando a ser presidente de la Sociedad Catalana de Medicina del Deporte y miembro activo de la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF).
Los homenajes póstumos al doctor Miñarro se extendieron por todo el país. En cada partido de la jornada liguera, los médicos presentes lucieron brazaletes negros en señal de duelo. Además, se guardó un minuto de silencio antes de cada encuentro, incluyendo el duelo entre Real Madrid y Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu. Estos gestos no sólo honraron su memoria, sino que también reflejaron la estrecha relación y el respeto que existía entre él y sus compañeros.
La pérdida del doctor Miñarro ha sido un duro golpe emocional para todos los involucrados. Sin embargo, en momentos de adversidad, emerge la fortaleza y la unidad del colectivo. El papel de los profesionales médicos en el fútbol va más allá del diagnóstico y tratamiento; ellos son pilares fundamentales que ayudan a mantener el equilibrio mental y emocional del equipo. A pesar del dolor, el espíritu del fútbol sigue adelante, y es probable que algunos jugadores encuentren en esta situación una motivación adicional para rendir en honor a su memoria. La herencia del doctor Miñarro vivirá en cada triunfo futuro, recordando que incluso en las circunstancias más difíciles, la familia del fútbol siempre encuentra la fuerza para seguir adelante.