En un reciente desarrollo del caso Koldo, un audio clave revela que Víctor de Aldama, una figura central en la investigación, admitió la existencia de \"presiones\" significativas en relación con el rescate financiero de Air Europa. No obstante, en esta misma comunicación, Aldama desmintió cualquier implicación de Begoña Gómez, la esposa del presidente Pedro Sánchez, en dichas maniobras. La grabación sugiere que las coacciones emanaron de la propia aerolínea, dirigida a varios ministerios, para asegurar el apoyo gubernamental bajo la amenaza de una quiebra masiva. Este testimonio arroja nueva luz sobre el entramado de influencias en un momento crítico para la compañía aérea.

El mensaje en cuestión, hallado en los dispositivos digitales de Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, captura a Aldama abordando los rumores sobre la presunta participación de Begoña Gómez. En el audio, Aldama es enfático: \"Nada verdad\", dice sobre los intentos de vincular a la esposa de Sánchez con las presiones en la operación de rescate de Air Europa. Esta declaración se produce en un contexto donde ya circulaban especulaciones sobre una posible financiación irregular o la injerencia de Gómez.

Aldama, por el contrario, sí reconoció haber ejercido y recibido \"presiones\" dirigidas a figuras políticas de alto nivel, incluyendo al entonces ministro Ábalos, así como a las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y de Economía, Nadia Calviño. Él argumentó que tales presiones eran inevitables, dado el carácter estratégico de Air Europa y la advertencia de que un colapso de la empresa resultaría en la pérdida de 50,000 empleos. Si el hecho de \"decir que la compañía va a cerrar\" se considera presión, entonces \"sí, ha habido presiones\", afirmó.

El empresario explicó que su mensaje respondía a la información que le había llegado sobre futuras publicaciones que intentarían establecer una conexión entre el rescate de la aerolínea y los vínculos profesionales de Begoña Gómez con Globalia, el grupo propietario de Air Europa. En ese período, Aldama recibía honorarios como asesor de la compañía y el caso Koldo ha sacado a la luz sus múltiples gestiones con Koldo García para asegurar el respaldo ministerial al rescate.

Fuentes cercanas a la cúpula de Globalia habían alertado a Aldama sobre posibles informaciones periodísticas que se basarían en el patrocinio de Wakalua, una sociedad de Globalia, al Africa Center, que en aquel entonces estaba dirigido por Begoña Gómez. Los rumores apuntaban a una \"financiación rara\" o a la implicación de Gómez. A pesar de estas insinuaciones, Aldama confirmó en la misma grabación que la esposa del presidente había visitado en varias ocasiones la sede de Globalia en Pozuelo, aunque siempre en relación con asuntos de Wakalua.

La conexión entre Begoña Gómez y Globalia, incluyendo estas reuniones, fue objeto de investigación por parte del juez Juan Carlos Peinado en su pesquisa sobre la esposa del presidente. Sin embargo, la Audiencia de Madrid desestimó la continuación de la investigación al considerar que no existían pruebas suficientes para justificarla. Este nuevo audio aporta una perspectiva adicional a la narrativa ya compleja de este caso, sugiriendo que, al menos según Aldama, la intervención de Gómez no fue un factor determinante en las presiones reconocidas.

Previo a esta revelación, la investigación del caso Koldo ya había puesto de manifiesto otra grabación que parecía contradecir la versión actual. En ese audio anterior, Aldama informaba a Koldo que Javier Hidalgo, quien era el CEO de Air Europa en aquel momento, tenía la intención de contactar a la esposa de Sánchez para facilitar el proceso de rescate. Estas inconsistencias subrayan la complejidad y las múltiples capas de intereses que rodean este mediático caso de corrupción.

En resumen, la nueva evidencia del caso Koldo, a través de la voz de Víctor de Aldama, clarifica un aspecto crucial de las supuestas presiones en el rescate de Air Europa. Aunque Aldama admite presiones sustanciales sobre varios ministerios debido a la inminente crisis de la aerolínea, niega rotundamente cualquier influencia de Begoña Gómez en estos acontecimientos. Su testimonio diferencia entre las legítimas advertencias sobre un colapso empresarial y las especulaciones sobre una implicación indebida de la esposa del presidente, destacando que las interacciones de Gómez con Globalia se limitaron a su rol en Wakalua.