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Aviones Canadair CL-415: Aliados Cruciales Contra Incendios Forestales
2025-08-14

En la incesante batalla contra los devastadores incendios forestales que asolan diversas regiones, la asistencia internacional se erige como un pilar fundamental. Recientemente, Francia ha extendido su apoyo a España con el envío de dos aeronaves Canadair CL-415. Estos \"bombarderos de agua\" se integrarán en la flota aérea española, que ya cuenta con catorce unidades de este tipo, reforzando significativamente las capacidades de extinción y control de fuegos. Estas máquinas, apodadas cariñosamente como \"botijos\" o \"focas\" por sus operadores, son esenciales en la protección de los entornos naturales y la vida humana.

La designación \"cisterna\" se aplica a estas aeronaves por su función de transportar grandes volúmenes de líquido, en este caso, agua para combatir las llamas. Aunque comúnmente se les conoce como Canadair por su fabricante original, la empresa que los produce en la actualidad es Bombardier, una compañía canadiense que adquirió Canadair en 1986. Pese a la confusión que su nombre podría generar, Bombardier se especializa en aviación comercial y de negocios, no en armamento bélico.

La familia de aviones CL de Canadair-Bombardier ha evolucionado a partir del modelo inicial CL-215. Las versiones mejoradas, como el CL-215T y el avanzado CL-415, incorporan significativas mejoras tecnológicas. El CL-415, por ejemplo, presume de una cabina digitalizada y un sistema de carga de agua optimizado con cuatro compuertas, lo que agiliza sus operaciones. En Francia, estos aviones son operados por la Sécurité Civile, que cuenta con trece unidades, mientras que en España, la Unidad Militar de Emergencias (UME) es la encargada de su pilotaje.

España dispone de catorce de estas valiosas aeronaves: diez de la versión CL-215T y cuatro de la CL-415. De estas, once están bajo la jurisdicción del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y tres pertenecen al Ministerio de Defensa. Durante la temporada de incendios, estas unidades, que forman parte del Grupo 43 del Ejército del Aire y del Espacio, se despliegan desde su base en Torrejón de Ardoz (Madrid) hacia aeropuertos estratégicamente ubicados cerca de zonas de alto riesgo de incendios. Mirando hacia el futuro, el país planea una inversión de 375 millones de euros para adquirir siete nuevos ejemplares del DHC-515, la versión mejorada del CL-415, que será producida por De Havilland Canada. De estos, dos serán financiados por el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, que busca fortalecer la capacidad de respuesta ante incendios en los países mediterráneos.

El futuro DHC-515 elevará su capacidad de carga a 7,000 litros de agua, a los que se añadirán retardantes químicos. Estos aditivos son cruciales, ya que alteran la reacción entre el combustible y el oxígeno, impidiendo la formación de nuevas llamas y ralentizando la propagación del fuego. La versatilidad de estos \"botijos\" va más allá de la extinción de incendios; también son empleados en misiones de patrulla marítima, vigilancia costera, evacuaciones médicas y operaciones de búsqueda y rescate (SAR), así como en la dispersión de contaminantes en derrames de petróleo. Los distintivos colores amarillo y rojo de estas aeronaves, a menudo confundidos con los de la bandera española, son en realidad un estándar internacional por razones de visibilidad y seguridad. Estos colores brillantes mejoran la localización del avión por otros aparatos en áreas de operaciones con humo denso o baja luz, facilitando la coordinación y el trabajo conjunto de los equipos terrestres y aéreos en la crucial tarea de controlar y extinguir las llamas, minimizando el riesgo de colisiones.

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