La situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico, con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzando una alarma global sobre una hambruna de proporciones históricas. Un informe reciente del IPC (Iniciativa Integrada de Clasificación Alimentaria) revela un panorama desolador: el 39% de los habitantes de Gaza pasan días enteros sin alimento, y en los últimos tres meses, más de 20,000 menores han recibido atención médica por malnutrición. Ross Smith, director de emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ha comparado esta crisis con las trágicas hambrunas de Etiopía y Biafra, destacando que no se ha visto nada similar en este siglo. La tasa de malnutrición en Ciudad de Gaza se ha cuadruplicado, pasando del 4.4% al 16.5% en un breve periodo, lo que subraya la rápida y severa degradación de las condiciones.
\nLa comunidad internacional se enfrenta a un desafío urgente para evitar una escalada de la catástrofe. Tanto el PMA como UNICEF han enfatizado la necesidad imperante de un acceso humanitario “inmediato y sin impedimentos” por vía terrestre, ya que las entregas aéreas no son suficientes para mitigar la emergencia. Expertos señalan que los bloqueos y la falta de ayuda masiva han sumido a la región en una inseguridad alimentaria extrema. La comparación con las hambrunas históricas de Etiopía y Biafra, causadas por sequías y conflictos que resultaron en cientos de miles, incluso millones, de muertes, pone de manifiesto la gravedad de la situación actual y la urgencia de una respuesta global coordinada.
\nAnte esta crisis, diversas voces se han alzado pidiendo una intervención decisiva. Cindy McCain, directora del PMA, ha reiterado la necesidad de entregar alimentos a Gaza de manera masiva y sin obstáculos. Catherine Russell, directora de UNICEF, ha expresado su preocupación por el sufrimiento de padres y madres que ven a sus hijos morir por malnutrición. António Guterres, secretario general de la ONU, ha calificado la situación de “catástrofe humanitaria de proporciones épicas”, instando a reconocer esta dura realidad. Incluso Médicos Sin Fronteras (MSF) y un grupo de académicos e intelectuales israelíes han solicitado a la comunidad internacional que presione a las autoridades para permitir el ingreso de ayuda humanitaria por tierra y que se impongan “sanciones contundentes” si el bloqueo persiste. La crisis en Gaza es un claro recordatorio de nuestra responsabilidad compartida de proteger la vida humana y garantizar el derecho fundamental a la alimentación, especialmente en zonas de conflicto.