En el ámbito de las relaciones íntimas, el verano y las festividades a menudo se asocian con un mayor consumo de alcohol, lo que puede influir en las experiencias sexuales. Una encuesta reciente, realizada por la marca de juguetes eróticos We-Vibe, ha puesto de manifiesto que un significativo 62% de los españoles ha mantenido relaciones sexuales bajo la influencia de bebidas alcohólicas en al menos una ocasión. A pesar de esta prevalencia, un considerable número de encuestados expresó arrepentimiento posterior. Sorprendentemente, solo el 18% consideró que el sexo bajo los efectos del alcohol era superior al sexo sobrio, mientras que el 28% lo encontró peor. La sexóloga Ana Lombardía, colaboradora de Lovehoney, enfatiza los posibles inconvenientes de esta combinación, señalando que el alcohol, al desinhibir, puede llevar a tomar decisiones impulsivas, descuidar el uso de protección o participar en actos no deseados, afectando la voluntariedad y plena conciencia.
\nEl alcohol, conocido por sus propiedades anestésicas, puede disminuir la sensibilidad durante el acto sexual, dificultando la excitación, la lubricación y la consecución del orgasmo. Aunque para algunos hombres puede retrasar la eyaculación, no se considera una solución saludable para problemas sexuales. Nayara Malnero, terapeuta sexual y de pareja, conocida como @sexperimentando en redes, sugiere que los costes de esta mezcla superan los beneficios. Si bien puede fomentar el descaro inicial, también acarrea riesgos sociales y para la salud, como infecciones de transmisión sexual o la participación en actividades inapropiadas. Aunque en parejas estables el alcohol puede usarse para crear un ambiente erótico y despertar el deseo, especialmente en mujeres, Malnero advierte que no debería ser una estrategia recurrente para abordar la falta de deseo.
\nEs crucial abordar la cuestión del consentimiento, especialmente cuando hay alcohol de por medio. La sexóloga Ana Lombardía subraya que si una persona no está en pleno uso de sus facultades debido a la embriaguez o cualquier otra sustancia, no puede otorgar un consentimiento válido para el acto sexual. Esto implica que la otra persona no puede asumir el deseo. Esta preocupación ha llevado a la Generación Z a adoptar el 'dry dating', optando por citas sin alcohol para asegurar interacciones más conscientes y seguras. Reflexionar sobre nuestras decisiones y la calidad de nuestras experiencias íntimas, libres de influencias externas, nos empodera para construir relaciones más auténticas y respetuosas. La conciencia y la plena participación son los pilares de una sexualidad satisfactoria y saludable.