En la plaza Bolívar de Maracaibo, familiares de cuatro ciudadanos zulianos deportados a El Salvador manifestaron su desesperación ante la falta de información sobre sus seres queridos. Estos jóvenes fueron trasladados al controvertido Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) sin que las autoridades venezolanas o salvadoreñas proporcionen detalles claros sobre su situación legal. Oswaldo Moreno, padre de uno de los detenidos, expresó públicamente el dolor y la incertidumbre que atraviesan las familias, reclamando justicia y debido proceso para los acusados.
Situación de Vulnerabilidad en un Contexto Internacional
En una tarde cargada de emociones intensas, en la plaza Bolívar de Maracaibo, se escucharon voces angustiadas exigiendo respuestas. Los familiares de cuatro hombres venezolanos deportados desde Estados Unidos hacia El Salvador denuncian no haber recibido noticias ni garantías legales desde hace más de 30 días. En medio de este vacío informativo, Oswaldo Moreno, padre de Maikel Moreno, uno de los implicados, ha asumido un papel protagónico en esta lucha. Él y otros parientes han solicitado formalmente la intervención de organismos internacionales para proteger los derechos humanos de sus consanguíneos.
El caso adquiere relevancia cuando Moreno destaca que estos individuos son presuntamente inocentes y no han sido informados de cargos específicos contra ellos. Denuncia además que el encarcelamiento prolongado sin acceso a medios de comunicación agrava su situación. Este llamado a la comunidad internacional incluye un pedido directo a líderes como el presidente venezolano Nicolás Maduro y su homólogo salvadoreño Nayib Bukele, instándoles a actuar con justicia y transparencia.
Desde una perspectiva periodística, este caso subraya la necesidad imperiosa de respetar los principios fundamentales del derecho internacional. La ausencia de comunicación entre los detenidos y sus familias plantea interrogantes éticas sobre cómo se manejan estas situaciones en países que promueven valores democráticos. Desde un punto de vista lector, nos invita a reflexionar sobre la importancia de equilibrar medidas de seguridad nacional con la protección de derechos básicos, especialmente en contextos donde las personas pueden quedar atrapadas en disputas políticas más amplias.