Una ola de acusaciones ha sacudido al gobierno colombiano, protagonizada por la exministra de Justicia Ángela María Buitrago, quien presentó su renuncia y lanzó graves señalamientos contra altos funcionarios. Según sus declaraciones, tanto Armando Benedetti, ministro del Interior, como Angie Lizeth Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), habrían ejercido presiones indebidas para influir en nombramientos y despidos dentro del Ministerio de Justicia. Estas acusaciones han generado una reacción inmediata por parte de los involucrados, quienes han negado las afirmaciones y anunciado acciones legales.
El jueves 15 de mayo de 2025 marcó un punto de inflexión cuando Ángela María Buitrago dio un paso al costado de su cargo como ministra de Justicia. En su declaración de salida, reveló que había enfrentado intentos de interferencia en las decisiones administrativas de su cartera. Según ella, se le exigieron cambios específicos en el equipo humano bajo su responsabilidad, lo cual considera una amenaza a la autonomía institucional.
En detalle, Buitrago aseguró que tanto Benedetti como Rodríguez le solicitaron destituciones y nuevos nombramientos sin justificación técnica ni ética. Durante una entrevista con Noticias Caracol, explicó que estas demandas no provenían directamente del presidente Gustavo Petro, sino que fueron transmitidas mediante llamadas telefónicas y mensajes instantáneos. Además, señaló que algunos de estos mensajes eran de naturaleza efímera, diseñados para desaparecer tras ser enviados.
Por su parte, Angie Lizeth Rodríguez ha respondido tajantemente a las acusaciones, describiéndolas como difamatorias e injustificadas. Según informes de Blu Radio, la directora del Dapre está preparando una demanda legal contra Buitrago por daño a su reputación. Rodríguez argumenta que es víctima de un plan orquestado para socavar la estabilidad del gobierno nacional y pone en duda las motivaciones detrás de estas denuncias.
Armando Benedetti también reaccionó ante las acusaciones desde Montería, Córdoba, donde desarrollaba su agenda oficial. A través de sus redes sociales y durante un evento público, calificó las palabras de Buitrago como falsas y atribuyó su actitud a un deseo de venganza tras su salida del gobierno. Benedetti reiteró que cualquier acusación debe estar respaldada por pruebas concretas y anunció su intención de iniciar una demanda por injuria y calumnia.
Este conflicto resalta tensiones internas dentro del gobierno Petro y plantea preguntas sobre la transparencia y el manejo de recursos humanos en cargos clave. Mientras tanto, las partes involucradas esperan que las investigaciones correspondientes esclarezcan los hechos y restablezcan la verdad.
La situación deja abiertas múltiples interrogantes sobre la relación entre poder político y gestión pública. La respuesta judicial será crucial para determinar si existió alguna irregularidad en las interacciones mencionadas. Asimismo, este caso podría marcar un precedente en cómo se gestionan disputas internas dentro de gobiernos modernos, donde las comunicaciones digitales juegan un papel central.