En el marco de la final de la Copa del Rey, un evento que reúne a miles de aficionados al fútbol, se generó controversia no solo por lo que sucedió dentro del campo, sino también por una decisión inesperada relacionada con la artista Melody. Representante de España en Eurovisión 2025, Melody fue invitada para promocionar su tema "Esa diva" durante el descanso del partido en el estadio de La Cartuja. Sin embargo, en lugar de una actuación en vivo, los espectadores fueron sorprendidos con un videoclip previamente grabado, lo que desencadenó múltiples críticas y debates sobre las razones detrás de esta elección.
En una noche cargada de emociones deportivas, el público esperaba ser testigo de un momento especial cuando Melody debía presentarse ante ellos. Este acontecimiento ocurrió en el icónico estadio de La Cartuja, ubicado en Sevilla, durante el intermedio de la gran final de la Copa del Rey. En lugar de escuchar a Melody interpretar su canción frente a miles de personas, los asistentes y televidentes presenciaron tan solo 30 segundos de su aparición en el césped seguidos por un videoclip de "Esa diva". Aunque RTVE aseguró que intentaron organizar una actuación en directo, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) habría denegado esta posibilidad, optando por una grabación previa realizada días antes.
Esta decisión contrasta con otras finales de la Copa del Rey, donde artistas como Omar Montes o Ozuna ofrecieron performances en vivo. Según declaraciones de María Eizaguirre, directora de Comunicación de Participación de RTVE, la estrategia buscaba promover la visibilidad internacional de España mediante este evento deportivo, considerado uno de los más importantes del año. Pese a estas intenciones, las redes sociales se inundaron de comentarios negativos hacia RTVE y la RFEF, destacando la decepción de muchos eurofans que anhelaban una experiencia más auténtica.
A medida que avanzaban las horas tras el partido, tanto José Pablo López, presidente de RTVE, como Anne Igartiburu confirmaron públicamente que la falta de una actuación en vivo no había sido responsabilidad de la Televisión Pública, sino una restricción impuesta por la RFEF. Desde su perspectiva, Melody logró cumplir un sueño personal al estar presente en su ciudad natal, marcando un paso importante hacia su participación en Eurovisión.
Con una cuota de pantalla del 40%, la breve aparición de Melody dejó huella, aunque no necesariamente positiva. Las críticas continuaron incluso después del encuentro, evidenciando cómo las expectativas no cumplidas pueden generar fuertes reacciones entre el público.
Desde una perspectiva periodística, este incidente nos recuerda la importancia de gestionar adecuadamente las expectativas en eventos masivos. Tanto organizadores como entidades involucradas deben coordinarse mejor para evitar malentendidos que puedan afectar la percepción pública. Además, refleja cómo las decisiones técnicas o administrativas pueden influir significativamente en la experiencia cultural y emocional de millones de personas. Es crucial aprender de estos momentos para futuras ocasiones, garantizando que la música y el deporte puedan combinarse de manera efectiva y satisfactoria para todos los interesados.