El lunes se anunció oficialmente el fallecimiento del papa Francisco, lo que provocó una ola de conmoción a nivel mundial. Sin embargo, antes de que el Vaticano confirmara la noticia oficialmente, la prensa italiana ya había revelado detalles inesperados sobre su muerte. Según informes de medios italianos como Corriere Della Sera y La Repubblica, los médicos del hospital Gemelli comunicaron que el pontífice murió de manera pacífica debido a un derrame cerebral. Aunque algunos rumores relacionaban su deceso con problemas respiratorios previos, estas afirmaciones fueron desmentidas.
En medio de este contexto, diversos medios italianos ofrecieron narrativas distintas sobre los momentos finales del líder espiritual. Según Corriere Della Sera, el papa Bergoglio despertó en aparente buen estado a las 6:00 horas del lunes en Roma, pero poco después comenzó a sentirse mal, culminando en su fallecimiento a las 7:35 de la mañana. Por otro lado, La Repubblica destacó que esta causa de muerte no guarda relación con los problemas respiratorios que aquejaron al pontífice durante los meses previos.
Estas filtraciones han generado debates sobre el manejo de la información sensible por parte de los medios locales frente al protocolo oficial del Vaticano. En noviembre del año pasado, el papa Francisco había revisado y actualizado el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, un documento clave que regula los rituales funerarios de un pontífice. Este texto introduce cambios significativos respecto a prácticas antiguas, tales como la eliminación del uso del martillo de plata para confirmar el fallecimiento mediante llamados por su nombre de bautismo.
Otro aspecto relevante de este protocolo es la modificación en el tratamiento del cuerpo del difunto papa. En lugar de utilizar tres ataúdes tradicionales (de ciprés, plomo y roble), ahora se empleará un solo féretro de madera con interior de zinc. Este cambio busca simplificar el proceso y adaptarlo a tiempos modernos. Tras el velatorio privado en la capilla del Palacio Apostólico, el cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro para ser expuesto públicamente en un féretro abierto.
La muerte del papa Francisco marca un capítulo histórico para la Iglesia Católica, destacándose tanto la controversia mediática como la evolución de sus rituales post mortem. Estas novedades reflejan cómo las instituciones religiosas continúan adaptándose a nuevas realidades sociales y culturales mientras honran la memoria de sus líderes espirituales. Además, subrayan la importancia de equilibrar el respeto por la solemnidad de estos eventos con el impacto que generan en la opinión pública global.