En Saltillo, Coahuila, surgió una discusión respecto al consumo energético de los minisplits inverter frente a los ventiladores tradicionales. Gabriel Elizondo Pérez, coordinador del programa Mejora Coahuila, afirmó que estos equipos son más eficientes en términos de energía que un ventilador común. Sin embargo, expertos en refrigeración contradicen esta declaración, argumentando que los ventiladores consumen significativamente menos electricidad que cualquier tipo de aire acondicionado. La diferencia radica en cómo ambos dispositivos operan: mientras que los minisplits con tecnología inverter ajustan continuamente su compresor para mantener una temperatura estable y reducir picos de consumo, aún así superan ampliamente el consumo de un ventilador doméstico.
En la vibrante ciudad de Saltillo, durante una jornada soleada del mes de mayo, el debate cobró fuerza tras las declaraciones del funcionario público Gabriel Elizondo Pérez. Este último aseguró que un conocedor personal le explicó por qué los aparatos inverter representaban una opción más económica en comparación con los ventiladores comunes. Sin embargo, no ofreció detalles técnicos ni comparaciones claras sobre el tema.
Por otro lado, especialistas consultados subrayaron que, aunque los minisplits inverter pueden ser hasta un 40% más eficientes que sus homólogos convencionales, su consumo energético sigue siendo considerablemente mayor que el de un ventilador. Mientras que un ventilador utiliza entre 15 y 90 watts por hora dependiendo de su tamaño y potencia, un minisplit inverter puede requerir entre 700 y mil 200 watts por hora.
Esta discrepancia se presenta en medio de una estrategia gubernamental que busca distribuir estos equipos a bajo costo en colonias populares. Si bien el programa tiene como objetivo apoyar a familias de bajos ingresos, su implementación podría resultar contraproducente si no se evalúa correctamente el impacto económico asociado al uso prolongado de estos dispositivos.
Desde una perspectiva periodística, este caso resalta la importancia de contrastar información antes de emitir juicios públicos. Las afirmaciones sin fundamentos técnicos podrían llevar a decisiones equivocadas por parte de la población, especialmente cuando se trata de recursos tan valiosos como la energía eléctrica. Por lo tanto, es crucial que tanto las autoridades como los consumidores consideren cuidadosamente las implicaciones económicas y ambientales de sus elecciones tecnológicas.