En esta ocasión, nos adentramos a la cocina con una receta que fusiona lo mejor del mar. Este plato, elaborado por Sartén y Cazo, ofrece una experiencia culinaria única que combina kokotxas de merluza y almejas frescas. Con un tiempo total de preparación de 25 minutos para cuatro personas, este manjar es perfecto para quienes desean disfrutar de sabores auténticos sin pasar horas en la cocina. La receta es rica en sabor y moderada en calorías, con apenas 265 kcal por ración. A través de pasos simples pero detallados, logra transformar ingredientes básicos en un festín digno de los mejores restaurantes.
En un día soleado del mes de enero, en el corazón de la cocina doméstica, se llevó a cabo la preparación de este exquisito plato. Todo comenzó seleccionando los ingredientes más frescos del mercado, incluyendo 500 gramos de kokotxas de merluza y almejas obtenidas de Pescadería Ginés. Con utensilios de Inoxibar, se procedió a limpiar meticulosamente las almejas en agua salada durante dos horas para eliminar cualquier resto de arena. Luego, se cocinaron al vapor con un toque de aceite de oliva virgen extra hasta abrirse.
Mientras tanto, las kokotxas fueron cuidadosamente despojadas de su piel con un cuchillo afilado. En una cazuela, se doró ajo picado junto con trozos de guindilla seca en abundante aceite de oliva, creando una base aromática. Las kokotxas previamente sazonadas se incorporaron junto con perejil fresco y vino blanco, permitiendo que los jugos se mezclaran armoniosamente. Finalmente, se agregaron las almejas abiertas y su caldo, todo mientras se movía la cazuela en círculos para espesar la salsa. El resultado fue un guiso delicadamente espeso, coronado con perejil fresco y servido directamente en la cazuela.
Desde la perspectiva de un apasionado de la gastronomía, esta receta no solo es una celebración de los sabores del mar, sino también una invitación a valorar los ingredientes frescos y locales. Nos enseña que con paciencia y atención a los detalles, podemos crear obras maestras culinarias en nuestra propia cocina. Esta preparación demuestra que la verdadera exquisitez no requiere complicaciones innecesarias, sino una combinación equilibrada de ingredientes de calidad y técnicas tradicionales.