Este plato destaca por su sencillez y exquisitez. La lubina, un pescado salvaje de primera calidad, se adoba con una mezcla de mantequilla derretida, ajo, limón y especias antes de ser horneada a la perfección. Como acompañamiento, una fresca ensalada de escarola y tomates cherry realza el sabor del pescado principal. El resultado es un menú equilibrado que combina sabores intensos con ingredientes frescos, ofreciendo una experiencia culinaria memorable en solo 30 minutos.
El proceso de preparación comienza con el adobo del pescado. Se derretirá la mantequilla y se mezclará con ajo picado, zumo de limón y especias para crear una base aromática. Esta mezcla se vierte sobre la lubina previamente salada, asegurando que absorba todos los sabores durante media hora. Luego, se hornea a 200 grados durante unos 15 minutos, permitiendo que la textura quede jugosa y crujiente por fuera.
Para lograr un sabor excepcional, primero se prepara una emulsión de mantequilla fundida junto con ajo y especias seleccionadas. Este adobo se aplica sobre la lubina mientras aún está caliente para facilitar la absorción de sabores. Tras dejar reposar durante media hora, se coloca en el horno precalentado a 200 grados durante entre 12 y 15 minutos, dependiendo del tamaño del pescado. Durante este tiempo, la lubina adquiere una corteza dorada y crujiente mientras conserva su jugosidad interna.
Mientras la lubina se cocina, se prepara una ensalada ligera y refrescante. Los ingredientes principales son la escarola y tomates cherry, complementados con ajo machacado, vinagre de manzana y aceite de oliva virgen extra. Esta combinación crea un contrapunto perfecto para el sabor intenso del pescado principal.
La ensalada se compone principalmente de hojas de escarola frescas y tomates cherry cortados en cuartos. Para darle un toque especial, se machaca medio diente de ajo y se mezcla con vinagre de manzana en un mortero. A continuación, se añade sal y comino a la ensaladera con las hojas de escarola, incorporando luego el contenido del mortero y finalmente el aceite de oliva virgen extra. Todo se mezcla cuidadosamente para garantizar que cada bocado esté bien aliñado y lleno de sabor. Este acompañamiento no solo complementa el plato principal sino que también ofrece un balance nutricional ideal.