Las gulas son un ingrediente versátil y delicioso que puede convertirse en el protagonista de los aperitivos navideños. Este artículo presenta cuatro recetas originales que permiten aprovechar al máximo este marisco sustituto, ofreciendo variedad y sabor a las mesas festivas. Desde tostas clásicas hasta ensaladas innovadoras, estas propuestas prometen deleitar a todos los comensales.
Los aperitivos crujientes son una excelente opción para comenzar cualquier cena especial. Las tostas y volovanes rellenos de gulas proporcionan un contraste perfecto entre la textura crocante y la suavidad del relleno. Estos platos son fáciles de preparar y resultan muy vistosos en la mesa.
Para elaborar las tostas de gulas al ajillo, simplemente se doran unos dientes de ajo en aceite de oliva hasta que estén ligeramente dorados. Luego, se añaden las gulas junto con un poco de cayena para darle un toque picante. Se cocina todo durante cinco minutos antes de servir sobre las tostas. Los volovanes rellenos de gulas y gambas picantes llevan un paso adicional: se rehogan ajo y cayenas en aceite, se agregan las gulas y después las gambas crudas, cocinándolo todo hasta que esté listo. Este relleno se coloca dentro de los volovanes o sobre unas tostas, creando un bocado irresistible.
Los revueltos y las ensaladas son alternativas más ligeros pero igualmente sabrosas. Estos platos combinan la simplicidad con ingredientes frescos, logrando equilibrar sabores y texturas. Ideal para aquellos que buscan opciones menos pesadas pero igualmente satisfactorias.
El revuelto de gulas es un plato que encanta por su cremosidad y aroma a mar. Se saltean las gulas en un sartén con aceite y un diente de ajo, mientras que se baten un par de huevos. Estos se incorporan a la sartén, revolviendo suavemente hasta que estén cuajados pero aún jugosos. Para finalizar, se sirve sobre una rebanada de pan tostado. Por otro lado, la ensalada templada de gulas con mermelada de tomate ofrece una mezcla inusual pero exquisita. Se saltean brevemente las gulas en aceite y se colocan sobre una base de lechuga cortada en tiras en pequeñas cazuelas. Se completa con una cucharada de mermelada de tomate, creando un contraste de sabores que sorprenderá a cualquiera.