El gobierno de Tabasco ha desmentido categóricamente la existencia de un supuesto caso de rabia humana en la entidad. En una declaración pública, el gobernador Javier May reiteró que esta información carece de fundamento y atribuyó el malentendido a un error técnico por parte de las autoridades sanitarias federales. Durante su comparecencia diaria, explicó que la notificación errónea se debió a un problema administrativo en la Dirección General de Epidemiología.

Un análisis más profundo revela que este incidente surgió tras la publicación de un informe epidemiológico nacional, donde accidentalmente se mencionó un caso sospechoso en la región. Sin embargo, tras realizar las verificaciones correspondientes, tanto las autoridades locales como las federales confirmaron que tal caso no existe. El organismo federal rápidamente rectificó la información y emitió una nota oficial asegurando que no hay registros confirmados de rabia relacionada con fauna urbana en Tabasco. Este tipo de errores subraya la importancia de sistemas de comunicación más eficientes entre los niveles gubernamentales.

La transparencia y precisión en la gestión de información son fundamentales para evitar alarmas innecesarias en temas de salud pública. Este episodio sirve como recordatorio de la necesidad de mejorar los protocolos de verificación y difusión de datos sensibles. Además, refuerza la confianza en las instituciones locales al actuar de manera rápida y responsable ante posibles errores administrativos, garantizando así la tranquilidad de la población tabasqueña.