En el corazón de la España menos poblada, donde la tranquilidad define el ritmo de la vida cotidiana, emerge una figura singular que ha logrado inyectar energía y alegría a numerosas comunidades: David Delgado, conocido artísticamente como DJ Choco. Este dinamizador musical ha encontrado su vocación en la activación de la vida nocturna y festiva de pequeños municipios de Andalucía y Extremadura. Su historia es un claro ejemplo de cómo la iniciativa personal y el ingenio pueden transformar el panorama social y cultural en zonas con escasas oportunidades de entretenimiento, conectando generaciones a través de un repertorio musical diverso que abarca desde los ritmos más tradicionales hasta los sonidos urbanos contemporáneos.
David Delgado, oriundo de Huelva y residente de Valdezufre, un enclave de solo 300 habitantes desprovisto de clubes nocturnos, ha forjado una trayectoria profesional atípica. Antes de convertirse en DJ Choco, su vida estuvo marcada por oficios tan variados como jardinero, albañil y carpintero, e incluso como personal de mantenimiento en un hotel. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue la música y el manejo de equipos de sonido. Hace seis años, impulsado por esta vocación, decidió emprender su propio negocio de sonorización. Comenzando con un equipo básico, ha invertido gradualmente, consolidándose hoy como un referente en el sur de España. Su apodo, 'Choco', heredado de toda la vida, se ha fusionado con su identidad artística, llevando su nombre a las carteleras de más de treinta localidades durante las festividades de verano.
La agenda de DJ Choco es una muestra de su éxito y versatilidad. Durante la temporada estival, su calendario se llena con múltiples compromisos, llegando a tener hasta seis eventos en un solo fin de semana. No solo participa en ferias y verbenas populares, sino que también ofrece servicios de sonorización para coros, grupos de flamenco, y organiza fiestas temáticas como las de espuma y color. Además, es un animador recurrente en bodas, bautizos, comuniones y cumpleaños. Su adaptabilidad a las diferentes celebraciones y su capacidad para mantener el ambiente festivo son reconocidas, lo que le ha valido invitaciones de lugares tan variados como Marina D'Or o casetas de feria en Minas de Riotinto. Este pinchadiscos se enorgullece de su trabajo, afirmando con humor: “Si me llaman de tantos sitios, es porque lo hago bien”.
Una anécdota reciente ilustra la dedicación de DJ Choco: una boda en San Lucas de Guadiana donde los novios, impresionados por su actuación previa, lo contrataron para su gran día. Durante el evento, pinchó música ininterrumpidamente por 16 horas, una maratónica sesión que contrasta con las más breves de los DJs en grandes ciudades. Este tipo de compromiso demuestra su entrega y el valor que le otorgan las comunidades rurales, donde las fiestas suelen prolongarse hasta el amanecer. Su interacción con el público es clave; en los momentos de menor energía, sabe exactamente qué canción poner para reactivar la pista de baile.
Durante el confinamiento, DJ Choco demostró su compromiso social al ofrecer sesiones de música desde su balcón en Valdezufre, felicitando cumpleaños y dedicando canciones a quienes lo solicitaban, incluyendo a pacientes en el hospital de Ifema en Madrid. Esta iniciativa, aunque le trajo alguna que otra queja por ruido, le valió el cariño y la gratitud de personas de toda España, recibiendo incluso regalos como dulces. Su éxito se ha expandido gracias al boca a boca, actuando en municipios que, aunque escasos en población durante el invierno, se triplican o cuadriplican en verano con la llegada de turistas y visitantes de pueblos cercanos.
El desafío principal de DJ Choco radica en satisfacer los gustos musicales tan dispares de su audiencia. Mientras los mayores solicitan pasodobles, los jóvenes prefieren el reguetón o el perreo. Esta disparidad lo obliga a ser un curador musical experto, explorando novedades en internet y manteniendo una vasta biblioteca de más de 24,000 canciones descargadas. Contrario a muchos DJs contemporáneos que dependen de la conectividad, él se asegura de tener su repertorio siempre disponible, fundamental en zonas con cobertura limitada. También ha notado una diferencia en el comportamiento de las nuevas generaciones: mientras los adultos de 40 o 50 años disfrutan bailando con la música, muchos veinteañeros se limitan a grabar con sus móviles y cantar, sin el mismo entusiasmo por moverse.
La profesión de DJ Choco no está exenta de situaciones inesperadas. En una ocasión, durante una de sus actuaciones en Aracena, tuvo que intervenir para separar una pelea. Su rápida acción y su mensaje claro sobre las consecuencias de la interrupción de la fiesta lograron calmar los ánimos, demostrando que su rol va más allá de la música, convirtiéndose en un verdadero gestor del ambiente festivo. Su dedicación a la música y su habilidad para conectar con la gente son los pilares de su éxito, haciendo de él un pilar fundamental en la reactivación cultural de la España vacía.