La familia y amigos cercanos de Anabel Pantoja y David Rodríguez se han movilizado para brindarles todo el apoyo posible durante la hospitalización de su hija, Alma, en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria desde principios de enero. Este respaldo ha sido fundamental para ayudarles a enfrentar momentos difíciles. Las visitas constantes de sus seres queridos, los mensajes de aliento y la presencia ininterrumpida de sus padres han sido pilares fundamentales en este período desafiante.

En esta situación delicada, las figuras más destacadas que han estado al lado de la pareja son sus respectivos padres. La madre de Anabel, Merchi, ha jugado un papel crucial, acompañándola incansablemente en el hospital y gestionando las visitas del entorno familiar. Merchi, junto con su pareja Fernando, ha demostrado un compromiso inquebrantable, siempre estando presente sin buscar protagonismo. Su dedicación es evidente, especialmente considerando lo anhelada que era la llegada de Alma tras un doloroso episodio previo.

Belén Esteban, una amiga cercana, ha resaltado la importancia de Fernando en este contexto, describiéndolo como un hombre extraordinario por su saber estar y constante apoyo. Además, ha recordado cómo el aborto espontáneo anterior afectó profundamente a todos los involucrados. Ahora, con Alma en cuidados intensivos, tanto Merchi como Fernando continúan siendo una fuente de fortaleza para Anabel.

Por otro lado, los padres de David también han estado presentes, aunque prefieren mantenerse fuera del foco mediático. Belén ha subrayado su dedicación ininterrumpida, asegurando que están disponibles 24 horas al día para su primera nieta. A pesar de su bajo perfil, su contribución ha sido significativa para el bienestar de la familia.

Isabel Pantoja, tía de Anabel, ha mostrado su solidaridad viajando a Canarias junto a su hermano Agustín. Cada día acuden al hospital para ofrecer apoyo emocional y estar pendientes de cualquier necesidad que pueda surgir. Las primeras imágenes de Isabel saliendo del centro sanitario han sido publicadas en exclusiva, reflejando su discreción y preocupación por el estado de su sobrina y su nieta.

Este momento ha reunido a la familia y amigos en torno a un propósito común: apoyar a Anabel y David en este trance. La unión y el amor incondicional han sido vitales para enfrentar los desafíos diarios en el hospital, demostrando que, ante la adversidad, el verdadero cariño siempre prevalece.