El arroz es una pieza clave en la alimentación de muchos colombianos, con un recorrido histórico que comenzó hace miles de años en Asia y llegó al continente americano gracias a las expediciones del siglo XV. En Colombia, su cultivo se consolidó en el Valle del Magdalena durante la década de 1960, expandiéndose rápidamente a regiones como Tolima, Huila y Meta, lugares que hoy son fundamentales para su producción nacional.
Más allá de su presencia en el campo agrícola, el arroz se ha convertido en un ingrediente esencial en la gastronomía local. Su versatilidad lo convierte en acompañamiento ideal para múltiples platos tradicionales, siendo protagonista incluso en preparaciones como los ayacos, una receta típica que fusiona maíz molido, arroz sazonado y pollo, envuelto en hojas de mazorca y cocinado lentamente al vapor.
Preparar y disfrutar de platos tradicionales no solo fortalece la identidad cultural, sino que también une generaciones en torno a sabores auténticos. El arroz, más que un alimento básico, simboliza la riqueza de nuestra tierra y la creatividad de quienes día a día lo transforman en historias culinarias llenas de sabor y sentido.