Un reality show que ha dejado huella es Supervivientes 2025, donde el trío formado por Anita, Montoya y Manuel se ha convertido en el eje central de la narrativa televisiva. La presión emocional vivida por estos participantes ha llevado a Montoya al límite, forzando su evacuación del programa. Su colapso mental durante las galas evidenció una situación insostenible para él, marcada por enfrentamientos con sus compañeros y un agotamiento físico y psicológico acumulado.
Desde su llegada a Honduras, Montoya ha sido clave en los momentos más intensos del programa. Sin embargo, la reincorporación de Manuel como concursante oficial después de varias semanas aumentó significativamente la carga emocional sobre Montoya, quien ya mostraba signos de desgaste tras meses en el reality. Esta situación ha generado preocupación entre los productores y conductores del programa.
Montoya enfrentó un nivel de estrés inédito en Supervivientes 2025. A medida que avanzaba el programa, su fortaleza mental comenzó a resentirse debido a la dinámica conflictiva con otros participantes, especialmente con Manuel y Anita. Los enfrentamientos recurrentes en Playa Misterio llevaron a un deterioro progresivo de su estado emocional, culminando en su decisión de abandonar temporalmente el programa.
Los primeros días de convivencia con Manuel reactivaron viejas heridas emocionales relacionadas con su participación anterior en La Isla de las Tentaciones. Este regreso traumático exacerbó la tensión entre ambos, generando continuas disputas que afectaron profundamente a Montoya. Durante las galas televisivas, Montoya expresó abiertamente su agotamiento frente a Sandra Barneda y Laura Madrueño, destacando cómo la repetición de ciertos eventos pasados le estaba consumiendo internamente. Las escenas capturadas por las cámaras mostraron un Montoya completamente vulnerable, incapaz de seguir adelante bajo tales circunstancias.
Ante la creciente presión, Montoya buscó apoyo en figuras clave del programa como Carmen Alcayde y las conductoras Sandra Barneda y Laura Madrueño. Su confesión pública de sentirse al borde del colapso puso en evidencia las limitaciones humanas en entornos tan exigentes como este reality. La organización debió evaluar rápidamente si permitirle continuar sería lo mejor tanto para él como para el desarrollo del programa.
El anuncio de Telecinco respecto a la evacitación de Montoya planteó interrogantes sobre su posible retorno o definitiva salida del reality. Mientras tanto, el público y los mismos participantes reflexionaron sobre la responsabilidad ética de mantener a alguien en condiciones extremas cuando claramente su bienestar está comprometido. En las conversaciones posteriores entre Montoya y los responsables del programa, se discutió ampliamente sobre su capacidad para recuperarse y volver a integrarse en el grupo, aunque siempre priorizando su salud mental. Finalmente, solo el tiempo dirá si Montoya podrá superar esta etapa difícil y retomar su lugar en Supervivientes 2025.