En un análisis profundo de la modernidad, el filósofo Gabriel Albiac explora cómo las estructuras simbólicas que moldean nuestra percepción han sido reemplazadas por una visión fragmentada. A través de un recorrido desde la antigua Grecia hasta los movimientos sociales actuales, Albiac argumenta que la desaparición de ciertos arquetipos fundamentales está llevando a una crisis cultural sin precedentes. Según él, estos modelos históricos no solo definen nuestras relaciones personales, sino también nuestras aspiraciones colectivas.
Un segundo nivel de este análisis se centra en el impacto de las corrientes contemporáneas sobre la autoridad y la identidad personal. Para Albiac, la idea de que uno puede decidir voluntariamente su identidad sexual o género representa una ruptura con principios psicológicos establecidos. Esta visión, que algunos denominan "wokismo", implica una desconexión entre la realidad biológica y la construcción social, lo que genera confusión en conceptos clave como género, sexo y genitalidad. El filósofo advierte que esta tendencia podría llevar a una regresión hacia formas más rígidas y limitantes de interpretación del ser humano.
La educación y la transmisión del conocimiento son otros temas centrales en el pensamiento de Albiac. Enfatiza la importancia de recuperar tradiciones educativas que vinculan al maestro con un papel sagrado y transformador, contraponiéndose así a un sistema donde prevalece el aprendizaje mecánico. Su llamado a los jóvenes para aprender latín y griego no es solo una recomendación académica, sino una invitación a conectar con las raíces culturales que permiten comprender mejor el mundo actual. Este enfoque subraya la necesidad de preservar y valorar el legado intelectual que ha dado forma a la humanidad.
En un contexto marcado por cambios rápidos y a menudo superficiales, la obra de Albiac invita a reflexionar sobre la importancia de mantener un diálogo constante con nuestras raíces históricas y culturales. Solo mediante la conexión con estas bases fundamentales podremos construir un futuro más equilibrado y consciente, capaz de resistir modas pasajeras y ofrecer respuestas duraderas a los desafíos que enfrentamos como sociedad.