La fragilidad de la vida se pone de manifiesto en los testimonios de quienes han enfrentado situaciones extremas. En un país lejano, marcado por el conflicto armado, un escritor colombiano encontró su camino cruzado con la historia de una nación en crisis. Héctor Abad Faciolince, quien transitaba por Kramatorsk durante una misión humanitaria, vivió un instante que cambió su perspectiva sobre el destino y las decisiones personales. Su supervivencia ante un ataque no fue más que un giro inesperado del azar, donde un simple cambio de asiento salvó su vida mientras costaba la de otra persona.

El contexto de guerra plantea preguntas existenciales inevitables. El trauma de sobrevivir a una tragedia como la que experimentó Faciolince en Ucrania desafía las creencias fundamentales sobre justicia y causalidad. ¿Por qué algunos viven mientras otros mueren? Este dilema lo llevó a reflexionar sobre cómo los seres humanos atribuyen significado a eventos aparentemente aleatorios. La voluntad individual, según sus observaciones, juega un papel crucial frente a circunstancias impredecibles. En este marco, las decisiones tomadas por personas valientes, como Sergio Jaramillo y Catalina Gómez, quienes acompañaron al autor en su viaje, destacan como ejemplos de compromiso humano frente a la adversidad.

En un mundo donde la injusticia parece prevalecer, las palabras adquieren un poder especial. A través de su libro "Ahora y en la hora", Faciolince busca dar voz a aquellos cuyas historias podrían quedar silenciadas por la violencia. Esta obra conecta con su anterior trabajo, "El olvido que seremos", al explorar temas de memoria y pérdida. Ambos textos honran a individuos valientes cuya luz fue apagada demasiado pronto. Victoria Amelina, la colega fallecida en Kramatorsk, es un ejemplo vivo de esta lucha por documentar crímenes contra la humanidad. Su sacrificio resuena en cada página, convirtiendo la escritura en un acto de resistencia y justicia. En tiempos oscuros, donde conflictos internacionales amenazan valores universales, la literatura emerge como un faro que guía hacia la esperanza y la verdad.