El gobierno español ha adoptado una postura reservada respecto a los detalles de las inversiones chinas en empresas locales, considerando esta información como clasificada. Basándose en la Ley de Transparencia, se argumenta que revelar estos datos podría comprometer intereses económicos y de seguridad nacional. Este movimiento ocurre en un momento donde España experimenta un acercamiento diplomático con China, lo que ha generado debate sobre la transparencia y el impacto económico.
La decisión gubernamental ha sido objeto de críticas por parte de sectores conservadores, quienes cuestionan la opacidad del proceso y sus implicaciones comerciales. A pesar de esto, desde Pekín se percibe este silencio oficial como una oportunidad para fortalecer vínculos económicos, especialmente después de un año récord en términos de inversión china en España.
El gobierno justifica su decisión de mantener en reserva las cifras y detalles de las inversiones chinas bajo el principio de proteger intereses estratégicos nacionales. Esta medida está respaldada por disposiciones legales que permiten limitar cierta información si puede afectar aspectos clave como la seguridad o la economía nacional. Los cargos más cercanos al ministro han sido responsables de decidir qué datos son confidenciales.
En cumplimiento de la ley vigente, las autoridades españolas argumentan que proporcionar acceso público a estos expedientes podría dañar los bienes jurídicos que la propia regulación busca salvaguardar. Este enfoque surge de preocupaciones relacionadas con la estabilidad económica y comercial del país, especialmente en un contexto internacional donde las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea están presentes. Además, se menciona que solo funcionarios de alto rango tienen permiso para manejar esta información sensible.
La actitud del gobierno hacia las inversiones chinas ha generado división dentro de la política nacional e interés desde el exterior. Mientras algunos ven esto como una estrategia para proteger intereses fundamentales, otros critican la falta de transparencia y sugieren que tal vez hay demasiada dependencia económica hacia China. Este tema se convierte en relevante debido al aumento significativo de la inversión china en España en años recientes.
Los números indican un crecimiento notable en las inversiones provenientes de China, alcanzando niveles históricos en 2024. Esto incluye no solo grandes sumas de dinero, sino también un incremento en las exportaciones españolas hacia ese mercado. Sin embargo, estas cifras no son completamente oficiales, ya que el gobierno mantiene bajo secreto tanto los montos totales como las áreas específicas donde se realizan dichas inversiones. Desde Beijing, este panorama es visto con optimismo, esperando consolidar aún más su influencia económica en Europa mediante relaciones más sólidas con España.