En el mundo de la Fórmula 1, los equipos enfrentan desafíos constantes para mejorar su rendimiento. En este caso, Aston Martin ha decidido tomar medidas drásticas ante su decepcionante desempeño durante el triplete Japón-Bahréin-Arabia Saudí. Con un monoplaza que parece estar lejos del nivel esperado, el equipo busca reevaluar sus estrategias técnicas y deportivas. La situación se vuelve aún más crítica al encontrarse en la séptima posición del campeonato, mientras que su auto ocupa el noveno lugar en términos de competitividad. Este contexto llevó a una reunión clave entre dos figuras destacadas del equipo, Adrian Newey y Fernando Alonso, quienes discutieron posibles soluciones.
La semana posterior a las tres carreras mencionadas marcó un punto de inflexión para Aston Martin. Tras acumular cero puntos en Suzuka, Sakhir y Jeddah Corniche, bajo condiciones estándar de carrera y en circuitos muy distintos, queda claro que el AMR25 necesita urgentes mejoras. Este jueves, en el campus de Silverstone, el español Fernando Alonso, quien aún no ha logrado puntuar en lo que va de temporada, visitó la fábrica para participar en sesiones de simulador y mantener conversaciones con los ingenieros. Durante esta visita, tuvo su primer encuentro con Adrian Newey desde que el famoso diseñador británico se incorporó oficialmente al equipo.
Aunque Newey está principalmente enfocado en el proyecto de 2026 debido a los plazos ajustados y la necesidad de diseñar componentes críticos como la caja de cambios y la suspensión trasera, también ha dedicado tiempo a analizar las capacidades de las instalaciones actuales. Su evaluación incluye revisar procesos relacionados con el túnel de viento y simulaciones CFD, aspectos que podrían influir positivamente en el actual monoplaza. Esto demuestra que incluso en medio de una transición hacia nuevas reglas técnicas, no se descuida el presente.
El diseño del AMR25, originado por Bob Bell y Eric Blandin, difiere considerablemente del exitoso AMR23 que obtuvo ocho podios y llevó a Alonso al cuarto puesto en el campeonato anterior. Este contraste resalta la necesidad de ajustes importantes para recuperar niveles competitivos. Andrew Cowell, director del equipo, reconoce que existen áreas susceptibles de mejora dentro del coche actual y subraya la importancia de aprender tanto del vehículo como de las herramientas disponibles en la fábrica.
Las perspectivas de Aston Martin para salvar la temporada 2025 son ambiciosas pero alcanzables. A pesar de los retos evidentes, el compromiso de figuras clave como Newey y Alonso sugiere un esfuerzo conjunto para maximizar el potencial del AMR25. Este proceso servirá no solo para mejorar el desempeño inmediato, sino también como base sólida para el futuro, asegurando que el equipo esté mejor preparado cuando lleguen los cambios regulatorios de 2026.