La reciente dimisi\u00f3n de Jos\u00e9 Mar\u00eda \u00c1ngel, el comisionado gubernamental encargado de la recuperaci\u00f3n tras la devastadora DANA, a ra\u00edz de la revelaci\u00f3n de que present\u00f3 un t\u00edtulo universitario falsificado para acceder a un puesto de funcionario, ha desencadenado una importante controversia en el \u00e1mbito pol\u00edtico espa\u00f1ol. Este suceso ha situado en una posici\u00f3n sumamente delicada a Diana Morant, ministra de Universidades y secretaria general del PSOE valenciano. A pesar de que la c\u00fapula del Gobierno ha enfatizado la necesidad de una conducta ejemplar en la funci\u00f3n p\u00fablica, Morant ha optado por respaldar incondicionalmente a \u00c1ngel, elogiando su gesti\u00f3n y servicios prestados. Esta divergencia de opiniones no solo pone en riesgo la credibilidad de Morant, sino que tambi\u00e9n abre interrogantes sobre su liderazgo futuro en el partido valenciano, especialmente de cara a pr\u00f3ximos desaf\u00edos pol\u00edticos. La situaci\u00f3n, sin duda, ha generado un debate sobre la \u00e9tica en la pol\u00edtica y las consecuencias de las decisiones tomadas en momentos de crisis.
Durante la primera hora de un d\u00eda inusual de julio de 2025, emergi\u00f3 una noticia que sacudi\u00f3 los cimientos pol\u00edticos: Jos\u00e9 Mar\u00eda \u00c1ngel, el entonces comisionado del Gobierno para la reconstrucci\u00f3n de las zonas afectadas por la DANA, presentaba su renuncia irrevocable. La precipitada decisi\u00f3n lleg\u00f3 tras una investigaci\u00f3n que desvelaba la falsedad de su t\u00edtulo universitario, elemento crucial para su acceso a la funci\u00f3n p\u00fablica. Aunque \u00c1ngel insisti\u00f3 en la legalidad de su nombramiento, su dimisi\u00f3n fue un hecho ineludible, arrastrando consigo la presidencia del PSPV-PSOE, cargo que hab\u00eda asumido en febrero bajo la propuesta de Diana Morant, la actual ministra de Universidades.
Este evento dej\u00f3 a Morant en una posici\u00f3n de extrema vulnerabilidad pol\u00edtica. A pesar de que desde La Moncloa, con figuras como Mar\u00eda Jes\u00fas Montero a la cabeza, se exig\u00eda una conducta impecable a los cargos p\u00fablicos, Morant eligi\u00f3 defender ardientemente a \u00c1ngel. A trav\u00e9s de sus plataformas digitales, la ministra elogi\u00f3 la \u201cgenerosidad y dedicaci\u00f3n\u201d de \u00c1ngel, destacando su incansable labor \u201csin domingos, sin veranos, sin noches\u201d al servicio de la ciudadan\u00eda y prometiendo el apoyo incondicional del partido para \u201cdefender su honorabilidad\u201d. Este discurso, notoriamente divergente del tono que emanaba del propio Ejecutivo, subrayaba la importancia que Morant otorgaba a \u00c1ngel como un s\u00edmbolo de los socialistas valencianos y un pilar para la oposici\u00f3n frente a Carlos Maz\u00f3n.
La trayectoria de Jos\u00e9 Mar\u00eda \u00c1ngel, especialmente su destacada gesti\u00f3n como secretario auton\u00f3mico de Emergencias bajo la presidencia de Ximo Puig (2015-2023), le hab\u00eda valido un gran reconocimiento. Su actuaci\u00f3n en emergencias cr\u00edticas, como la DANA que azot\u00f3 la Vega Baja en 2019 o el incendio forestal de Gand\u00eda en 2018 (cuando Morant era alcaldesa), ciment\u00f3 su reputaci\u00f3n como un gestor de crisis eficiente y capaz. Morant, apoy\u00e1ndose en estos logros, reafirm\u00f3 su confianza en \u00c1ngel, argumentando que su \u201cbrillante gesti\u00f3n\u201d trascend\u00eda cualquier formalidad acad\u00e9mica, ignorando as\u00ed la falsificaci\u00f3n del t\u00edtulo, a pesar de su rol como titular de la cartera de Universidades. Su firme declaraci\u00f3n de no arrepentirse de haberlo nombrado presidente del PSPV y su negativa a \u201crenunsiar a \u00e9l\u201d marcan un precedente audaz en la pol\u00edtica valenciana, desafiando la narrativa oficial y arriesgando su propio porvenir en la arena pol\u00edtica.
Este episodio nos invita a una profunda reflexi\u00f3n sobre la integridad en el \u00e1mbito p\u00fablico y la coherencia en el discurso pol\u00edtico. La inquebrantable defensa de Diana Morant a un colaborador envuelto en un esc\u00e1ndalo de falsificaci\u00f3n, desafiando las directrices de ejemplaridad de su propio partido y gobierno, plantea interrogantes cruciales sobre los l\u00edmites de la lealtad y la responsabilidad pol\u00edtica. \u00bfEs la lealtad personal a un individuo m\u00e1s importante que la adhesi\u00f3n a los principios \u00e9ticos que deben regir la funci\u00f3n p\u00fablica? La situaci\u00f3n de Morant, que opta por respaldar la experiencia y la gesti\u00f3n por encima de la formalidad acad\u00e9mica, nos obliga a considerar si la capacidad de un funcionario debe medirse \u00fanicamente por sus logros o si el cumplimiento riguroso de los requisitos y la transparencia son pilares innegociables de la confianza ciudadana. Este caso subraya la tensi\u00f3n constante entre la pragm\u00e1tica pol\u00edtica y la indispensable \u00e9tica, record\u00e1ndonos que en el servicio p\u00fablico, la honorabilidad y la rendici\u00f3n de cuentas son tan cruciales como la eficacia.