La incorporación de personajes secundarios amplía el universo emocional y narrativo de la serie. En esta nueva entrega, Joel inicia un proceso terapéutico que revela aspectos desconocidos de su pasado. Durante una de estas sesiones, Gail, interpretada por Catherine O'Hara, menciona a su esposo fallecido Eugene. Este personaje, aunque ausente físicamente, cobra vida a través de las palabras de Gail, quien describe su largo matrimonio y sus habilidades como cultivador de plantas medicinales. Su muerte a manos de Joel añade otra capa de complejidad al ya intrincado mundo moral del protagonista.

El trasfondo de Eugene se expande más allá de lo mostrado en la serie. En el videojuego original, este personaje desempeñó un papel crucial antes de su fallecimiento natural años después del brote inicial. Su historia personal refleja cómo las decisiones tomadas durante tiempos de crisis pueden transformar vidas. Eugene dejó atrás a su familia para unirse a un grupo de resistencia, donde forjó vínculos duraderos con otros sobrevivientes. Estas conexiones influyeron profundamente en quienes lo rodeaban, especialmente en Dina, quien encontró en él un guía esencial en su camino hacia la supervivencia.

La relación entre Joel y Ellie enfrenta nuevos desafíos en esta temporada. La distancia emocional entre ambos surge debido a una mentira que protegió a Ellie pero sacrificó la posibilidad de salvar a muchos otros. Este conflicto resalta el dilema ético central de la historia: ¿qué valoramos más, el bienestar individual o el colectivo? A través de estos personajes, la serie invita a reflexionar sobre la importancia de la honestidad y la empatía en nuestras relaciones interpersonales, destacando que incluso las mejores intenciones pueden tener consecuencias imprevistas cuando no se consideran todas las perspectivas involucradas.