En un giro inesperado, LaLiga anunció su decisión de reemplazar a Mediapro con HBS y Telefónica como proveedores audiovisuales para las próximas cinco temporadas. Este cambio ha generado una fuerte respuesta por parte de Mediapro, quien acusa a LaLiga de falta de transparencia y secretismo durante el proceso de adjudicación. Según Mediapro, su oferta era tanto económicamente más barata como técnicamente superior. Sin embargo, LaLiga justificó su elección argumentando que HBS y Telefónica obtuvieron los mejores resultados en la evaluación técnica y económica. El conflicto se centra en cuestiones relacionadas con la experiencia local, los costos y la calidad de la producción.
En una mañana cargada de sorpresas, LaLiga reveló su decisión de cambiar de proveedor audiovisual después de años de colaboración con Mediapro. En lugar de continuar con este socio establecido, LaLiga optó por otorgar los contratos a Host Broadcast Services (HBS) y Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA). Estas empresas serán responsables de producir las retransmisiones televisivas de LaLiga EA Sports y LaLiga Hypermotion, respectivamente. HBS asumirá los lotes 1, 2 y 3, incluyendo medios de explotación y servicios centralizados, mientras que TSA cubrirá el lote 4 centrado en contribución y distribución.
Mediapro lanzó un comunicado contundente donde expresó su desacuerdo con la decisión. Argumentaron que su propuesta era la mejor tanto en términos económicos como técnicos, destacando que ofrecían una solución más económica para LaLiga y los clubes. Además, criticaron la falta de medios técnicos y experiencia local de HBS, señalando que esta empresa suiza carece de infraestructura propia en España y depende de subcontrataciones. Por otro lado, LaLiga respaldó su decisión al señalar que HBS es una de las compañías líderes en producción audiovisual europea, reconocida por su trabajo en eventos internacionales como la Copa del Mundo y la UEFA Champions League.
El debate también abarca aspectos legales y contractuales. Mediapro advirtió que evaluará la posibilidad de impugnar la decisión debido a lo que consideran fallos en el proceso de adjudicación. Expresaron preocupación sobre cómo este cambio podría afectar negativamente tanto la calidad de las transmisiones como los ingresos de los clubes, especialmente al inicio de la temporada.
Desde otra perspectiva, el anuncio refleja un intento de LaLiga por diversificar sus socios tecnológicos y mejorar la competencia en el sector audiovisual deportivo. Sin embargo, esto ha llevado a tensiones con un aliado histórico como Mediapro.
Este caso resalta la complejidad de las decisiones estratégicas en el mundo del deporte moderno, donde factores técnicos, financieros y geopolíticos juegan un papel crucial.
La polémica continúa mientras ambas partes analizan sus próximos movimientos en este contexto cambiante.
Desde un punto de vista periodístico, este conflicto subraya la importancia de la transparencia en los procesos de adjudicación de grandes contratos. Las organizaciones deportivas deben equilibrar la innovación tecnológica con la lealtad hacia socios históricos. Para los aficionados, esta situación pone en duda la calidad de las transmisiones futuras y genera incertidumbre sobre cómo se manejarán los derechos audiovisuales en el futuro cercano. Es evidente que cualquier decisión en este ámbito debe considerar no solo aspectos comerciales, sino también el impacto en la percepción pública y la experiencia de los televidentes.