Un reciente estudio piloto de la Universidad de California en Los Ángeles ha revelado que el acto de masticar chicle libera una cantidad significativa de microplásticos en la saliva, los cuales podrían ser ingeridos accidentalmente. Expertos académicos han señalado que estos microplásticos son un fenómeno relativamente nuevo y su toxicidad aún no está completamente entendida. Además, debido al aumento global en la demanda de chicles, las empresas están utilizando nuevos tipos de polímeros artificiales.
A pesar de estos riesgos potenciales, algunos beneficios asociados con la masticación de chicle incluyen fortalecimiento muscular facial y aceleración del movimiento intestinal tras cirugías. Sin embargo, es crucial estar informado sobre los ingredientes presentes en cada producto antes de consumirlo.
La investigación realizada por UCLA destaca cómo la simple acción de mascar puede liberar cientos o miles de partículas microplásticas en la saliva. Esto se debe a que muchos fabricantes han sustituido materiales tradicionales por polímeros sintéticos para satisfacer la creciente demanda mundial. Este cambio plantea preocupaciones sobre la posible ingesta de estas partículas durante la masticación diaria.
Según Carlos Rius Alonso, académico de la UNAM, los microplásticos representan un área de estudio emergente donde todavía queda mucho por descubrir respecto a sus efectos tóxicos en el cuerpo humano. La complejidad radica en identificar qué tipo de polímero específico contiene cada marca de chicle, ya que esto varía ampliamente dependiendo del origen y calidad del producto. Por ello, se recomienda verificar cuidadosamente los componentes antes de adquirir cualquier tipo de goma de mascar.
Aunque existen preocupaciones relacionadas con los microplásticos, también hay aspectos positivos asociados con la costumbre de masticar chicle. Entre ellos destacan el fortalecimiento muscular de la cara y la mejora en la motilidad intestinal postoperatoria. Estos beneficios subrayan la importancia de equilibrar riesgos y ventajas al seleccionar productos adecuados.
Rius Alonso mencionó que mientras algunas marcas utilizan compuestos naturales seguros, otras optan por alternativas más económicas pero potencialmente perjudiciales. Para disfrutar de los beneficios sin comprometer la salud, es fundamental investigar previamente cuáles son los ingredientes exactos que componen el chicle elegido. De esta manera, los consumidores pueden tomar decisiones informadas que prioricen tanto su bienestar como la calidad del producto que utilizan regularmente.